En cuestión de segundos, la alegría de los seguidores de los Kansas City Chiefs se convirtió en terror absoluto. Un tiroteo estalló durante la celebración del ganador del Super Bowl 58, que tuvo lugar el domingo en Las Vegas. Lo que debería haber sido un momento de euforia para una ciudad que acogió por tercera vez en cinco años el prestigioso trofeo del fútbol americano, se transformó en caos cuando una serie de disparos rompió la atmósfera festiva y desencadenó el pánico en las calles principales de Kansas, principal ciudad de Misuri. Al menos una persona murió y entre 10 y 15 resultaron heridas.
La policía de Kansas City emitió una advertencia a través de las redes sociales alrededor de las 14:00 horas (hora local), instando a la gente a abandonar el área alrededor de Union Station. Este llamado se produjo después de que los Chiefs, los flamantes campeones del Super Bowl, desfilaran por las calles de la ciudad en una celebración que culminó frente a la estación de trenes. Allí, los jugadores, incluido la estrella Patrick Mahomes, expresaron su gratitud a los aficionados reunidos, muchos de los cuales eran familias con niños.
Mientras la multitud se dispersaba, el sonido de disparos resonó en el aire, causando pánico entre los presentes. "Sonaba como fuegos artificiales, pero por la reacción de la gente, parecía un tiroteo", declaró Neil Jones, reportero de la cadena CBS. Las ráfagas de disparos, aunque breves, fueron suficientes para sembrar el caos y la confusión entre los asistentes al evento.
La jefa de la Policía también reportó que hay entre 10 y 15 heridos, algunos de bala y otros con lesiones durante las estampidas provocadas por los disparos.
Las autoridades locales actuaron rápidamente para contener la situación, asegurando el área y deteniendo a dos individuos sospechosos. Mientras tanto, los equipos de emergencia respondieron con prontitud para brindar asistencia médica a los heridos y garantizar la seguridad de los presentes en la celebración.
Este lamentable incidente durante la celebración de la Super Bowl 58 en Kansas City resalta la triste realidad de la violencia armada en Estados Unidos. A pesar del espíritu festivo del evento deportivo, la violencia repentina y sin sentido interrumpió la celebración y causó lesiones y trauma entre los presentes.
A pesar del horror presenciado, la comunidad de Kansas City se une en solidaridad para apoyar a los afectados y trabajar juntos para superar este trágico evento. Mientras la ciudad se recupera del impacto del tiroteo, la esperanza por un futuro más seguro y pacífico sigue ardiendo en los corazones de sus residentes.