La mera presencia de Taylor Swift en los partidos de los Kansas City Chiefs ha desencadenado una ola de expectación sin precedentes de cara a la Super Bowl LVIII. Su apoyo a su pareja, Travis Kelce, ha capturado la atención del público y se espera que este interés se traduzca en un récord de audiencia para el evento deportivo más importante del año en Estados Unidos.
Taylor Swift ha dejado una marca indeleble en la Super Bowl. Su breve aparición en pantalla durante los partidos ha elevado el valor de marca de los Chiefs y la NFL, generando un estimado de 331,5 millones de dólares según la consultora Apex Marketing Group. Además, su presencia ha impulsado los ingresos de la NFL, con más de 330 millones de personas gastando más de 50 millones de dólares en productos de la franquicia desde que Swift comenzó a asistir a los juegos.
Roger Godell, comisionado de la NFL, ha elogiado la influencia positiva de Swift en el juego y ha rechazado cualquier insinuación de motivaciones políticas detrás de su presencia. La anticipación por la Super Bowl se ha disparado, con un aumento del 169% en el interés de los estadounidenses en el partido y un aumento masivo del 903% en el interés en los anuncios durante los partidos en comparación con el año anterior.
La afición de Swift por la NFL ha atraído a un público más amplio, especialmente entre las mujeres. Se estima que aproximadamente dos millones de mujeres sintonizaron un partido, y la temporada regular de 2023 fue la más vista por mujeres desde el año 2000. Además, los jóvenes de entre 18 y 34 años también han mostrado un mayor interés en el deporte desde el 2019.
Con la atención pública y el entusiasmo en su punto más alto, se prevé que la Super Bowl LVIII supere fácilmente los récords anteriores de audiencia. Los números récord de visualización durante la final de conferencia entre los Chiefs y los Ravens sugieren que estamos ante un evento histórico que podría eclipsar incluso las cifras de la Super Bowl de 2015.
El interés de Taylor Swift en la NFL ha atraído a nuevos anunciantes al evento, incluidas marcas de cosméticos como Dove, e.l.f. Cosméticos y NYX Professional Makeup. Estas incorporaciones reflejan el creciente interés femenino en el fútbol americano y sugieren que la Super Bowl está en camino de convertirse en un fenómeno cultural aún más amplio bajo la influencia de la cantante.