Luisma Sánchez4 min lecturaLa Audiencia de Barcelona ha ratificado la absolución del expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, en el caso de fraude fiscal en el cual la Fiscalía había solicitado una pena de casi tres años de prisión. El cargo se relacionaba con la emisión de facturas por servicios profesionales a través de una empresa que él mismo gestionaba.
En su fallo, que ha sido adelantado por La Vanguardia, la sección octava de la Audiencia de Barcelona ha rechazado los recursos presentados tanto por la Fiscalía como por la Abogacía del Estado contra la absolución de Rosell. Este último había sido acusado de defraudar aproximadamente 231,000 euros a Hacienda en el año 2012 al utilizar una empresa que carecía de estructura y actividad real para reducir los impuestos sobre los ingresos de sus servicios profesionales.
El exmandatario del FC Barcelona, quien en junio de 2019 reembolsó a Hacienda la cantidad exigida más los intereses, ya había sido absuelto hace cuatro años por la Audiencia Nacional en un caso relacionado con el lavado de comisiones ilegales del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol. En aquel momento, Rosell permaneció en prisión preventiva durante 22 meses.
Además, hace apenas unos meses, la justicia también lo exoneró del cargo de corrupción entre particulares en relación con la transferencia del futbolista Neymar.
La sentencia de la Audiencia de Barcelona respalda los argumentos presentados por la jueza de primera instancia para absolver a Rosell, al descartar que la empresa TOC SLU, a través de la cual emitía las facturas, fuera una mera fachada utilizada para cometer fraude penal.
Específicamente, el tribunal subraya que, desde el año 2012, el criterio de la Agencia Tributaria ha sido que en empresas que ejercen actividades profesionales basadas en las habilidades del socio, lo crucial es la actividad del propio profesional.
En este sentido, la sala de la Audiencia señala que las facturas en cuestión se correspondían con servicios de asesoramiento, intermediación y consultoría, y que "la única persona capacitada en TPC para llevar a cabo dichos trabajos era el señor Rosell, no así los otros empleados de la empresa".
La sentencia recuerda que el delito de fraude fiscal castiga a quienes "declarar mal o torticeramente los datos que deben utilizarse para calcular el impuesto", una acusación que, en su opinión, no aplica en el caso de Rosell.
En resumen, la Audiencia de Barcelona ha confirmado la absolución de Sandro Rosell en el caso de fraude fiscal relacionado con la facturación de servicios profesionales a través de su propia empresa. La decisión se basa en el argumento de que la empresa no fue utilizada como una artimaña para la evasión fiscal y en que las facturas correspondían a servicios legítimos prestados por Rosell. Este fallo representa un capítulo más en la tumultuosa trayectoria legal del exmandatario del Barcelona.