El tema no es nuevo, pero el debate continúa existiendo. La desigualdad salarial en el mundo del tenis ya ha centrado varias discusiones, la última en avivar el fuego y reclamar sus derechos ha sido Aryna Sabalenka, quien conquistó el pasado lunes el Masters 1000 de Cincinnati, torneo que también ganó Jannik Sinner en el cuadro masculino. El italiano se llevó un premio de 1.049.460 dólares, mientras que la bielorrusa ganó 805.198 dólares, siendo las cuantías de premios el doble en el circuito ATP.
"Desde el punto de vista de la televisión, desde la venta de entradas, desde todos los puntos de vista, es injusto", afirmó Sabalenka en una entrevista con 'The Guardian'. "Por supuesto, los hombres siempre serán físicamente más fuertes que las mujeres, pero eso no significa que no trabajemos tan duro como ellas. Las mujeres merecen que se les pague la misma cantidad de dinero que a los hombres", prosiguió.
No es la primera vez que Sabalenka reivindica la equiparación de premios entre el circuito ATP y WTA, ya dijo lo mismo tras perder la final del US Open.
Aunque bien es cierto que cada vez son más los torneos que igualan los premios entre hombres y mujeres, todavía hay muchos donde la diferencia es más que considerable. Los cuatro Grand Slam (US Open, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto Australia) reparten exactamente lo mismo para el circuito masculino y femenino, tanto en dobles como en individual. Los torneos organizados por la ATP y la WTA son los que todavía tienen grandes diferencias, como ocurre con el Masters 1000 de Roma.
El US Open que está a punto de comenzar fue pionero en este sentido, ya que decidió repartir la misma cantidad de dinero entre hombres y mujeres en el año 1973. Le siguió el Abierto de Australia mucho después, en 2001, Roland Garros en 2006 y Wimbledon en 2007.
También hay que mencionar que Sabalenka generó una gran controversia el pasado mes de abril, durante la celebración del Mutua Madrid Open, cuando afirmó entre risas que "prefiero ver tenis masculino antes que tenis femenino, siento que hay más lógica y es más interesante de ver".
"No quise hacer daño al tenis femenino, hay muchos grandes partidos. No me gusta verlo porque juego contra todas ellas, y únicamente quiero cambiar de perspectiva", tuvo que matizar la bielorrusa un día después.
Pese a que se está trabajando para equiparar los salarios de los tenistas masculinos y femeninos, no será hasta 2033 cuando la WTA logre la plena equidad salarial.