Robinho desde hace varios años se encuentra alejados de los terrenos de juego. El brasileño, que maravilló al Bernabéu con sus bicicletas y fue una de las primeras grandes incorporaciones del proyecto del Manchester City, se olvidó del fútbol por completo tras ser acusado por un delito de violación grupal.
Todo ocurrió en Italia, en 2013. Robinho era jugador del AC Milan, su carrera ya empezaba a dar varios tumbos, sobre todo por relacionarle en demasiadas ocasiones con episodios de la vida nocturna. El brasileño debe cumplir desde el pasado 2022 una condena de nueve años en prisión. Ni siquiera en estas ya pasadas navidades se le concedió el permiso para pasar las fiestas con sus familiares.
En la cárcel del Dr. José Augusto César Salgado P2 de Tremembé, Sao Paulo, se pueden ver numerosas personalidades públicas que han cometido violaciones, secuestros e incluso asesinatos. Todos juntos, sin distinción alguna. Allí Robinho convive como un preso más, a pesar de que el brasileño ha expresado en más de una ocasión que es inocente.
"Tuvimos una relación superficial y rápida. Intercambiamos besos, después de eso me fui a casa. Había otras personas en el lugar. Cuando vi que ella quería seguir con otros chicos, me fui para casa.... Nunca lo negué. Fue consensuado. Nunca lo negué. Podría haberlo negado, porque mi ADN no está ahí. Pero no soy un mentiroso", destacaba el exjugador durante una entrevista para la televisión brasileña.
En esta prisión lo que más destaca es el uso de una especie de Tinder que han inventado los presos para ligar con las presas que se ubican en la cárcel femenina, a unos pocos kilómetros de allí. Al parecer las internas envían fotografías de cuerpo entero con la intención de que los presos elijan a la que más les gusta. Más tarde se ponen en contacto a través de cartas personales, que son leídas antes de ser enviadas en alto por los oficiales.
Róbson de Souza, conocido desde bien temprano en Brasil como Robinho, despuntó desde muy pequeño en el Santos. Se convirtió en uno de los grandes talentos del fútbol brasileño, motivo que provocó que el Real Madrid desembolsase más de 20 millones de euros en el verano de 2005 para hacerse con sus servicios. En aquella época era una cantidad importante. El brasileño llegó entre ‘Zidanes y Pavones’ al Bernabéu, enamorando al aficionado blanco con sus bicicletas.
Tres años más tarde, el Manchester City y su incipiente proyecto llegado desde los Emiratos Árabes pagaban más de 40 millones de euros por él. En Inglaterra no funcionó la cosa en su segunda temporada debido a las lesiones, lo que provocó que regresase al Santos cedido. De allí se fue al Milan, que pagó otros 20 millones por sus servicios. En Italia, un lugar para olvidar en la vida de Robinho llegó a ganar la Serie A, pero no llegó a despuntar.
Tras aos sin competir al máximo nivel, de nuevo regresó al Santos, para una vez acabado su contrato en Italia firmar con el Guanzhou FC chino, seducido por el dineral que se estaba viendo en el país asiático ligado con el fútbol. Tras dos temporadas donde apenas jugó, regresó a Brasil, al Atlético Mineiro por dos temporadas, donde se le vio a un gran nivel.
Ya en sus últimos años pasó por Turquía, después de acabar todos sus contratos y marchándose libre, en el Sivasspor y el Istanbul Basaksehir, último equipo con el que disputó un partido como profesional, en julio de 2020.