Ni aún dimitiendo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, a Luis Rubiales lo dejan tranquilo. Con el 'caso Jenni Hermoso' abierto, en pleno apogeo y con noticias relacionadas con él saliendo a diario, ahora salta otro caso en el que él es 'víctima', ya que el intento de estafa que se juzga lo sufría el pasado año la RFEF que él presidía, en un caso que no sólo afectaba a la Federación sino también al Athletic Club de Bilbao.
Entonces, a finales del mes de mayo de 2022, una mujer de nacionalidad nigeriana, que atiende a las iniciales de R.A.A.Y., intentó estafar un total de 460.242 euros a la Real Federación Española de Fútbol haciéndose pasar por el director general del Athletic de Bilbao, Jon Berasategui.
La mujer se sentará, el próximo martes, en el banquillo de los acusados la Audiencia Provincial de Madrid para someterse a un juicio por el que la Fiscalía Provincial de Madrid pide 3 años de prisión y nueve meses de multa. La Fiscalía la considera cooperadora necesaria de un delito de estafa informática en grado de tentativa. Sólo ella se sentará en el banquillo de los acusados, aunque se cree que hubo otros implicados en el intento de estafa.
Según el escrito de la fiscal, la acusada obtuvo de forma ilícita los datos personales del director general del Athletic, Jon Berasategui, incluidas las credenciales de su correo electrónico y se hizo pasar por él. Tras ello, le envió o colaboró en el envío de un mail a uno de los hombres de confianza de Luis Rubiales, el director de Seguridad de la RFEF, Alfredo Lorenzo, en el que le pedían que transfiriera 460.242,86 euros en concepto de “LIQUIDACIÓN CONTRATO EUROCOPA 2020″.
Hay que recordar que, en un principio, la Eurocopa 2020 se iba a disputar en el estadio de San Mamés y que, sobre la marcha se trasladó la representación española al Estadio de La Cartuja, de Sevilla debido a que en Bilbao, por el Covid, no aseguraban la presencia de espectadores en el estadio, algo que sí hacía Andalucía. Las instituciones vascas afirmaron que iban a reclamar daños y perjuicios debido, ya que llevaban años preparando el evento y habían tenido gastos. Esa deuda que debía abonar la Federación estaba relacionada con esa sede inicial.
La acusada indicó un número de factura y los datos de una cuenta bancaria a los que debía realizar la trasferencia, y que ella había abierto. El ingreso se realizó, pero el banco pudo bloquear a tiempo la transferencia y la RFEF recuperó el dinero antes de que la persona que se sentará en el banquillo de los acusados lo pudiese retirar.
Tras la pertinente denuncia, la Policía Nacional detuvo a la acusada en Palma de Mallorca y, tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad provisional. Ahora, está citada el martes, a las 11:30 horas, en un juicio que será celebrado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid.