Para Garbiñe Muguruza Estados Unidos significa algo especial, y no precisamente por el US Open, sino porque allí conoció el amor de su vida. La tenista iba paseando por Central Park (Nueva York) buscando desconectar de la exigencia del Grand Slam cuando se cruzó con Arthur Borges, quien la reconoció y le deseó suerte en el torneo, haciéndose una foto para el recuerdo. Aquello sucedió en 2021, tres años más tarde la pareja ha contraído matrimonio.
El escenario elegido para la boda de la extenista, que se retiró hace unos meses, fue Marbella, el mismo sitió donde se comprometieron en 2023. "Es de película total. Sabía que me casaría con él incluso antes de pedírmelo. Cuando nos conocimos, fue amor a primera vista y nos dimos cuenta muy rápido de que éramos una pareja ideal", confesó a la revista Hola Muguruza.
Aunque la boda fue íntima, el mundo del tenis estuvo representado no sólo por Muguruza, también acudieron como invitadas la extenista Carla Suárez, con quien formó pareja de dobles, y Conchita Martínez, quien fue su entrenadora.
"Estoy muy involucrada con el tenis y me han surgido un montón de oportunidades", cuenta a la mencionada revista, quien cubrió el enlace en exclusiva. Tras su retirada el pasado 20 de abril, Muguruza es actualmente directora del torneo de la WTA Finals, que se jugará en Riad a medidos de noviembre.La que llegó a ser número 1 del mundo y campeona de Roland Garros y Wimbledon organizó la boda desde Suiza, donde reside, una organización que "comparado con la competición, esto es superfácil".
En cuanto a la celebración, concretamente el banquete, Muguruza se lo encargo al chef andaluz Dani García, que también le elaboró la tarta nupcial. "Nada de cosas modernas, de sabores o fusiones, una tarta tradicional. No quería una tarta de varios pisos que cortas un trozo y luego se tira, quería una enorme de un solo piso y se cortó ahí mismo. Era preciosa. Y luego, por si alguien se quedaba con ganas de dulce, teníamos un carrito de helado de sabores increíbles", afirmó.
La pareja reguló su situación hace un mes en Suiza, donde viven, aunque lo de este fin de semana en Marbella fue "nuestra gran boda soñada". Muguruza sigue feliz lejos del tenis, o al menos lejos de las pistas, puesto que como ella misma continúa involucrada con el deporte que tanto le ha dado, incluso a su marido.