El luchador irlandés Conor McGregor vuelve a ser noticia, y no precisamente porque vaya a subirse de nuevo al octágono, sino porque de nuevo debe enfrentarse a otra demanda civil de una mujer que asegura que sufrió un "contacto sexual ilegal", en esta ocasión en Estados Unidos, una acusación que los abogados del deportista calificaron este jueves de "falsa".
Según publicó este jueves el diario Irish Independent, la demanda fue presentada el pasado martes 14 de enero en un juzgado de Miami (Florida) por un supuesto incidente ocurrido el 9 de junio de 2023 en un baño del Pabellón Kaseya Centre de esa ciudad, donde McGregor acudió como público a un partido de las Finales de la NBA.
La denunciante, cuya identidad todavía no ha transcendido más allá de que es una alta ejecutiva de Wall Street de 49 años, asegura que la estrella de la UFC le obligó a tener un "contacto sexual ilegal" para "su propia gratificación sexual" y "degradarla", según recoge el citado medio irlandés.
Los abogados de McGregor aseguraron este jueves que la acusación es falsa y recordaron que la fiscalía estadounidense rechazó presentar cargos para abrir un proceso penal tras una investigación policial, de ahí que la demanda sea civil.
Hay que recordar que Conor McGregor ya afrontó el pasado año una demanda civil por violación en su país, presentada por Nikita Hands, por la que el Tribunal Superior de Irlanda le obligó a pagar casi 250.000 a la víctima por daños y perjuicios.
Al igual que ha ocurrido ahora en Miami con esta nueva denuncia, Hands tampoco consiguió que las autoridades irlandesas presentasen cargos contra McGregor ante la falta de pruebas, por lo que siguió la vía civil para obtener una compensación económica y un reconocimiento moral.
"Casi dos años después y al menos tres abogados, la denunciante tiene una nueva historia falsa", declararon este jueves 16 de enero los abogados de la leyenda de las artes marciales mixtas a la cadena pública irlandesa RTE, en referencia a esta última demanda en Miami.
En la misma denuncia, la supuesta víctima también acusa a los responsables del Kaseya Centre, donde juega en ese momento los Miami Heat, de negligencia, al entender que fracasó a la hora de garantizar un espacio seguro.
Según la demandante, McGregor parecía estar "bajo la influencia de intoxicantes y fuera de control" durante el supuesto incidente, en el que trató de forzarla sexualmente sin tener su consentimiento, aseguró el Irish Independent.
Cuando la presunta víctima intentó salir del baño, McGregor la empujó contra la pared y la inmovilizó para tratar de mantener un contacto sexual no deseado, explicó el citado diario irlandés, que cita el texto de la denuncia.