Ha transcurrido poco más de un año desde que se desatara uno de los mayores escándalos sociales y deportivos de nuestro país. El que fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, fue protagonista de aquel célebre pico propinado a Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega del Mundial a la Selección española femenina. El título pasó a un segundo plano y los medios de comunicación dieron una magnitud a aquel gesto público. El revuelo fue tal que la delantera vallecana presentó una denuncia a la Fiscalía por lo ocurrido. El dirigente de Motril acabó dimitiendo a causa de la presión popular y junto a él llegó una revolución que cambiaría el ciclo del estamento futbolístico de España.
A Rubiales y otros allegados de la Federación como Albert Luque o el exseleccionador Jorge Vilda, se le imputa un delito de coacción. La delantera de Carabanchel ya declaró ante la Fiscalía y próximamente deberá hacerlo en el juicio que tendrá lugar a comienzos del mes de febrero de 2025. Pedro Rocha se hizo cargo de la presidencia de la Federación a través de la Gestora y desde entonces el clima de inestabilidad sigue latente en Las Rozas.
Pasado el tiempo, Luis Rubiales se refugió en República Dominicana antes de ser imputado formalmente. Ahora, el dirigente está en un segundo plano mediático y espera la llegada de ese juicio con calma y rodeado de los suyos. Porque el expresidente de la Federación está viviendo en su domicilio de Granada. Una casa en pleno centro de la capital nazarí, desde donde prepara su defensa. Así lo informa en un reportaje el diario El País.
Rubiales no rehúye salir a la calle y se deja ver por los establecimientos de la zona, como relatan algunos testigos. "Claro que lo vemos. Es muy amable, se hace fotos con quien se le acerca y nos pareció un tío agradable. El otro día estuvo por aquí tomando un café", desvela el dueño del Bar La Cueva, muy cercano a su casa.
Incluso es habitual verlo pasear por el centro o yendo a comprar un helado: "Un cliente de los buenos, viene mucho. Es simpático y nosotros entendemos que debe responder ante la justicia si hizo algo malo, pero aquí le queremos mucho. Es un señor muy amable, que siempre atiende a quien quiere hacerse una foto con él o charlar de algo", comentan al periódico los trabajadores de la heladería Los Italianos.
Luis Rubiales alterna su presencia en Granada capital con viajes a Madrid, visitas a Motril (donde vive parte de su familia) o etapas en República Dominicana, donde tiene negocios activos. El andaluz está tranquilo preparando minuciosamente su defensa de cara a ese juicio que acaparará la actualidad del país. Ya conocimos que testificarán en el mismo sus dos hijas. Ambas estuvieron en el Mundial de Nueva Zelanda y Australia y compartieron avión de vuelta con las jugadoras.
Más allá de los delitos de agresión sexual y coacción de los que se le acusa, Rubiales también está siendo investigado en el marco de la Operación Brody, que aún está en periodo de instrucción.