María Pombo, acompañada de su esposo Pablo Castellano y su gran amigo Tomás Páramo, fue de las primeras personas en probar la reciente apertura de uno de los novedosos espacios del estadio Santiago Bernabéu, el restaurante Arzábal Bernabéu.
La popular influencer quedó impresionada de la experiencia gastronómica, pero que ella y su marido hayan sido de los primeros en disfrutar de este sorprendente lugar tiene una explicación, y es que la empresa de Pablo Castellano, Grupo Archarray, fue la encargada de reformar el local.
El grupo madrileño de restauración creado por Iván Morales y Álvaro Castellanos, Grupo Arzábal, aprovechó que están celebrando su decimoquinto aniversario para inaugurar su nuevo local, el cual no puede tener una ubicación más espectacular que el estadio del Real Madrid.
Al restaurante se accede por la puerta 28 del estadio Santiago Bernabéu, teniendo una inmensa e impactante cristalera de más de 40 metros que deja ver una gran panorámica del terreno de juego y las gradas. Además, el local cuenta con un reservado, una zona de mesas altas y otra zona de charcutería, muy en consonancia con lo que se puede ver en el local del grupo en el Retiro.
"Estamos presentes en los lugares más emblemáticos de la capital: en El Retiro, en el Reina Sofía, en el aeropuerto y en el Mercado de San Miguel. Solo nos faltaba estar en el templo madridista, y por eso, anunciar esta apertura nos hace tanta ilusión. Sin duda, el gran reto del nuevo espacio está en diseñar una propuesta capaz de dar respuesta a un público muy diverso", explican Álvaro Castellanos e Iván Morales, los chefs detrás del Grupo Arzábal.
Al margen de las redes sociales, el marido de María Pombo tuvo que reinventarse a partir de 2010, tras la repentina muerte de su padre de un infarto. Un año después, fundó junto a su hermano el Grupo Archarray, una empresa de rehabilitación de interiores, reformas y construcción con la que le va muy bien.
Además del restaurante del Bernabéu, la empresa de Castellano también se ha encargado de la construcción de los palcos VIP del estadio madridista, uno de los grandes negocios del Florentino Pérez y el Real Madrid, que a finales de 2024 superó los 300 millones de euros de facturación gracias a sus nuevos asientos exclusivos.
Este no es el único negocio de Castellano relacionado con el fútbol, al menos de forma indirecta, ya que también forma parte de La Martinuca, un negocio de tortillas de patata en el que también forman parte Adrián y Álvaro González, hijos del entrenador de fútbol Michel González.