Kiko Rivera ha hecho una sorprendente aparición en uno de los podcasts más influyentes de la actualidad, 'The Wild Project', donde abrió su corazón como nunca antes, compartiendo detalles íntimos de su vida personal. Desde su infancia y traumática adolescencia hasta las relaciones sentimentales de su madre, Isabel Pantoja, no dejó ningún tema sin tocar.
El reconocido dj, que se ha mantenido alejado de la televisión, ha decidido centrarse en su carrera musical, habiendo lanzado recientemente la canción 'El Mambo'. Se trata de una canción alegre que busca traer "buena vibra" a su vida y a la de sus seguidores.
Kiko Rivera rememoró la época en la que su nombre aparecía constantemente en los titulares y su fama estaba en auge, lo que llevó a que numerosas marcas compitieran por asociar su imagen. "Tuve tanto éxito que mi caché se triplicó y cuadriplicó. Llegaron a ofrecerme hasta 60.000 euros por una sesión de fotos", compartió.
Sin embargo, esa rápida acumulación de riqueza también trajo consigo problemas, especialmente en forma de adicciones. Kiko admitió abiertamente: "El dinero llegó fácilmente y las cosas que llegan fácilmente también se van fácilmente. Me generó un problema que casi podría decir que es de por vida, y todavía lucho contra él. Estoy en un buen lugar ahora, pero pasé por momentos muy difíciles. Todo esto comenzó cuando tenía 18 años y ganaba 100.000 euros a la semana. Imagina...".
Las adicciones llegaron a un punto crítico en la vida de Kiko, amenazando incluso su existencia. Rivera reveló: "Podría haber muerto en una de esas noches locas en las que consumí hasta 10 gramos de cocaína. Hablo de años de consumo diario. De alguna manera, he salido adelante, pero fue una experiencia muy difícil".
Con respecto a su infancia, Kiko explicó que "el día que cumplo los 18 años coincide con que mi madre está de gira en Latinoamérica y yo no tengo un puto duro", aunque afirmó que Cantora era como un parque de atracciones. "Mi madre no me dejaba salir, pero allí tenía todo, en mi propia finca. Yo era muy feliz pero en una burbuja de oro", admitiendo que a veces le gustaría volver a esa vida.
Hoy en día, después de haber enfrentado diversos sustos de salud y superado sus adicciones, Kiko Rivera encara la vida de una manera completamente diferente. Disfruta de la compañía de su familia, su esposa Irene Rosales y sus hijos Francisco (fruto de su relación con Jessica Bueno), Ana y Carlota. A pesar de los altibajos de su vida, ha encontrado la paz y la alegría en las cosas simples de la vida.