El futbolista Hugo Mallo ha negado ante el juez haberle tocado los pechos a la mujer que estaba dentro del traje mascota del Espanyol antes del partido de LaLiga que enfrentó al equipo catalán y al Celta el 24 de abril de 2019, alegando, tras el visionado de varios vídeos de ese momento, que únicamente puso sus manos en la cintura de la presunta víctima. Por su parte, la joven sigue diciendo que las manos del jugador fueron a sus pechos.
El excapitán del Celta, que actualmente juega en Brasil, concretamente en el Internacional de Portoalegre, fue juzgado este martes en la Ciudad de la Justicia de Barcelona por un presunto delito de abuso sexual.
La Fiscalía solicita para el gallego una pena de 24 meses de multa, a razón de 12 euros al día, y la acusación particular, otra multa de 24 meses, a razón de 20 euros diarios, además de una indemnización de 1.000 euros por daños a la mujer de la que presuntamente abusó.
Los hechos, juzgados este jueves por el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona, ocurrieron durante el saludo protocolario inicial de ambos equipos previo al encuentro de liga de Primera División de la temporada 2018/2019 y en el que también participaron las dos mascotas del Espanyol: un periquito y una periquita.
La joven que hacía de 'periquita' denunció a Hugo Mallo por tocarle los pechos por encima del disfraz. "El saludo consistía en el típico choque de manos, desde el primero al último jugador. Pero cuando llegó a mi altura, no chocó mi mano, sino que sus manos fueron a mis pechos", ha declarado.
La denunciante también ha explicado que, tras sufrir esos tocamientos, soltó un "cabrón" y se puso detrás de su compañero, la mascota que iba disfrazada de periquito, "totalmente aturdida y descolocada".
El hombre que estaba dentro del disfraz de periquito también ha declarado como testigo, afirmando que posteriormente entró en el vestuario "bastante nerviosa e indignada" y le explicó que un jugador del Celta le había tocado los pechos. "Pero yo no presencié nada; en las imágenes se ve que estaba de espaldas", ha añadido.
Durante la vista, se han visualizado distintos vídeos del momento del pasamanos, uno de ellos de Mediapro, la empresa responsable de la producción audiovisual de LaLiga. Sin embargo, acusación y defensa no se han puesto de acuerdo sobre los que se apreciaba en las imágenes.
"Ella me está acusando de algo que no he hecho. Yo solo saludé a todos los compañeros de profesión y a las mascotas sin más", ha asegurado Mallo, quien ha afirmado que ni siquiera sabía que la mascota que hacía de periquita era una mujer: "Yo, lo que me encontré allí eran dos muñecos".
Además, ha dicho tener dudas de que el brazo que se aprecia en las imágenes sea el suyo y que, en caso de que sea así, lo que él ve es que las manos "se ponen en la cintura".
El lateral recuerda que en aquel partido, el Celta se estaba "jugando el descenso" y que no estaban "para hacer bromas" de este tipo. Y menos en un campo de fútbol "lleno de cámaras" y antes de un partido importante para su equipo.
"Yo estaba centrado en lo mío", ha insistido Mallo, que también ha explicado que se enteró de la denuncia al día siguiente. "Vinieron el presidente y el director general del club a decírmelo y, al principio, pensé que era una broma. Ellos me dijeron que no daban crédito, pero buscaron en las imágenes, ya que se trataba de una acusación muy grave, y no encontraron nada", ha explicado Hugo Mallo.