José Antonio Rivero3 min lecturaQuincy Promes es el ejemplo de futbolista noticiable por sus actos fuera de los terrenos de juego, aunque también es verdad que el holandés roza el extremo. A sus 32 años, Promes está cumpliendo seis años de prisión por tráfico de drogas, pena que está pagando en Dubai, donde está viviendo una auténtica pesadilla.
El holandés fue detenido al estar relacionado con una operación que acabó con la incautación de 1.363 kilos de cocaína en el puerto de Amberes (Bélgica), lo que está valorado en cerca de 80 millones de euros. También tiene una condena de un año y medio de cárcel en Holanda por apuñar a un primo en la pierna, pena que es firme y que tiene que acompañar con una indemnización para su familiar.
Promes se encuentra recluido en la prisión de Al Aweer, en una celta con capacidad para seis personas, pero en la que hay 26 reclusos. El holandés es uno de los que duerme en las seis literas disponibles, mientras que el resto de internos lo hacen en el suelo, tal y como afirma el diario neerlandés 'De Telegraaf'.
La citada información asegura que el todavía futbolista del Spartak de Moscú tiene permitido realizar ejercicio tres veces por semana, aunque esto no incluye ningún tipo de gimnasio. En lo que a su alimentación se refiere, el deportista no toma nada de fruta o verdura, lo que se antoja esencial para un jugador de fútbol o cualquier atleta. Además, el acceso a la televisión es limitado y fuera de su celda, la cual puede ver pocos minutos y siempre acompañado de otros reclusos.
"Parece que en esa prisión se producen violaciones a diario, ya que hay pocos guardias que realicen servicios de vigilancia. Los presos pasan el tiempo en un ambiente frío y con mucho ruido debido al fuerte aire acondicionado", amplía el periodista John van den Heuvel en la información.
Entre los compañeros de celda de Promes hay otros cuatro holandeses, así como presos de otras nacionalidades como egipcios, indios o paquistanís, y con problemas de adicción a las drogas. Todos los reclusos deben tener la cabeza rapada, siendo castigados si se dejan el pelo largo.
Quince Promes ha solicitado la extradición a Rusia, buscando salir del infierno que está viviendo en Dubai y evitando cumplir la condena en Países Bajos, donde también tendría que cumplir la pena por la agresión a su primo. Puede ser que el Spartak interceda con el kremlin para que acelere la solicitud de extradición, un mal menor para el exfutbolista de Sevilla y Ajax.