José Antonio Rivero4 min lecturaEl llamado 'Caso Rubiales' ha dado lugar a una sanción por parte de la FIFA que impide a Luis Rubiales participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol, tanto a nivel nacional como internacional, durante tres años. Esta decisión tiene un profundo impacto en la carrera de quien fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ya que no podrá presentarse en futuros procesos electorales dentro de la RFEF. A medida que se suceden las malas noticias para Rubiales, todavía enfrenta un expediente abierto en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y una resolución pendiente en el llamado 'Caso Rubiales', que involucra acusaciones de agresión sexual y coacciones a la futbolista Jenni Hermoso.
Las alegaciones presentadas por Luis Rubiales al TAD, a las que ha tenido acceso el portal especializado en derecho deportivo IUSPORThan sido objeto de análisis. En sus alegaciones, Rubiales comienza por reconocer que cometió un error al expresar sus sentimientos de alegría de manera pública y transparente, lo que podría haberse interpretado de manera equivocada. Así, pide disculpas a quienes pudieron sentirse concernidos por sus acciones. Además, reconoce la notoriedad y publicidad que rodean al caso y no busca discutirlas.
No obstante, Rubiales argumenta que sus acciones no deben considerarse graves, ya que no atentaron contra la dignidad y el decoro deportivo. En relación con el gesto de mostrar genitales en el palco, Rubiales afirma que se trataba de una muestra de apoyo al seleccionador del equipo y nunca tuvo la intención de desprestigiar el deporte del fútbol ni atentar contra la imagen de España ni contra la dignidad y el decoro deportivos. Aunque reconoce que su comportamiento fue contrario al protocolo, argumenta que, visto en perspectiva y dada la magnitud de los acontecimientos, no tuvo la intención de atentar contra la dignidad y el decoro deportivos.
En cuanto al beso a Jenni Hermoso, Rubiales admite que la jugadora se acercó a él, le cogió la cabeza con ambas manos y le dio un beso en la boca. A pesar de reconocer que este beso no debería haber ocurrido y que debería haber mantenido otro comportamiento, sostiene que no fue contrario a la dignidad y el decoro deportivo. Argumenta que su gesto se debió a la inmensa alegría de haber ganado el Mundial y que en ningún momento tuvo la intención de atentar contra la dignidad y el decoro.
El escrito de Luis Rubiales concluye solicitando el archivo del expediente o, en su defecto, que se le imponga la sanción de apercibimiento o multa.
Sin embargo, las alegaciones de Rubiales fueron desestimadas por el instructor del TAD, quien mantuvo su propuesta de dos sanciones de año y medio, una por cada una de las infracciones. La decisión final recae ahora en el pleno del TAD.