Decía el gran Andrés Montes que la vida puede ser maravillosa y es una realidad que vivió el protagonista de esta historia. El ya exfutbolista estuvo a un paso de la Premier y compartió vestuario con personas conocidas en el mundo del balompié antes de que sus nombres fueran realmente conocidos, como Harry Maguire en el Sheffield United (en segunda división), en lo que supuso un gran salto para su carrera deportiva. La mala suerte se le cruzó en el camino y de forma prematura tuvo que dejar el fútbol. Tenía 26 años cuando Terry Kennedy dijo adiós a su sueño, su carrera deportiva y su gran apuesta, porque se había sacrificado él y su familia para poder jugar de forma profesional.
Desde bien pequeño tuvo claro que quería ser futbolista y peleó para ello. Se unían sus dotes sobre el terreno de juego, despuntando. Tampoco fallaba en cuanto a trabajo y sacrificio, al final las musas tienen que pillar a uno trabajando para que se aparezcan. Y a eso se le unió el esfuerzo de su propia familia para que el joven Kennedy pudiera acceder a las mejores academias. Así poco a poco fue ascendiendo hasta llegar al Sheffield United, equipo de segunda división en el que formaba el eje de la zaga con Maguire (actual capitán del Manchester United y la selección inglesa). Pudo haber dado el salto a la Premier League, pero tuvo que bajarse de la nube.
Primero aterrizó en el Cambridge United en lo que fue un fiasco para su carrera porque en todo un año sólo tuvo dos oportunidades para tratar de demostrar su valía. Y las lesiones tuvieron mucho que ver en el frenazo a su progresión, por culpa de estas en un total de siete temporadas sólo jugó 30 partidos. Persistente, no quiso arrojar la toalla hasta agotar todas las posibilidades de ejercer su pasión, así que se decantó por tratar de hacer carrera en clubes humildes, semiprofesionales y alejados del mayor nivel. Así fue cómo recaló por el Afreton Town o el Harrogate Town. Pero los problemas físicos eran una constante que le impedían progresar e incluso disfrutar de lo que hacía. Recaída tras recaída, tomó la difícil decisión de despedirse para siempre del balón y colgar las botas (salvo para alguna pachanga con colegas), cuando sólo tenía 26 años.
Con tristeza, pero levantando la cabeza y buscandose otro porvenir en la vida, un día en otro trabajo completamente ajeno volvió a ser tendencia y a acaparar portadas en los medios de comunicación. ¿El motivo? La suerte esta vez sí estuvo de su lado: tres años después de dejar el fútbol de manera profesional el destino le sonrió con un boleto premiado de la lotería nacional, donde ganó un millon de libras esterlinas. Precisamente fue en su trabajo donde se enteró y las imágenes del momento terminaron dando la vuelta.
Atrás quedó el sueño de jugar en la Premier o en la Selección inglesa. Fue difícil de digerir para él, porque se terminó quedando con la miel en los labios después de tanto y tanto esfuerzo. Con menos de 30 se había visto sin ningun tipo de trabajo y condenado al ostracismo, allá en el año 2019. Y en 2021, la vida le volvió a cambiar de forma drástica y, además, inesperada. Le tocó la lotería a una persona que no solía comprarla y gracias a un boleto que un amigo suyo le regaló. Poco después explicó que tenía la sensación de que algo iba a suceder, y así fue. Premio gordo de más de un millón de euros.
El vídeo del momento en el que se entera de que su boleto está premiado lo grabaron sus compañeros del nuevo trabajo con el que se ganaba la vida tras dejar el fútbol y rápidamente terminó viralizándose. "¿Estás preparado?", se escucha a una teleoperadora. A lo que Terry indica que no, que no lo está. "Puedo confirmar que has ganado más de un millón de euros", responde. Y lo que sigue es lo que se espera: euforia, alegría, lágrimas, emoción. Porque, aunque a veces da golpes muy duros, la vida puede ser maravillosa.