Nueve años han pasado ya desde que Javier Romero Taboada, conocido como Jimmy y miembro de los Riazor Blues (seguidores del Deportivo de la Coruña), fuese asesinado (en 2014) en una pelea contra miembros del Frente Atlético. Y tras un profundo laberinto judicial de sobreseimientos y de sucesivos jueces que no han conseguido condenar al culpable del crimen, una nueva ventana se ha abierto para sus familiares, quienes desean cada día encontrar a un asesino que, de momento, sigue impune.
Y es que la Audiencia Provincial ha reabierto el caso de este hincha que perdió la vida en una reyerta. Y lo ha hecho porque ha validado un testimonio que señala al ultra Diego Palomeque como el nuevo sospechoso de su asesinato.
"Palomeque es el capo de Talavera de todo. Yo fui una vez al fútbol con ellos por Víctor, mi ex pareja. Me llevó y yo iba con él detrás y Palomeque iba delante. Y, la verdad, es que yo vi que llevaba a todos los chavales, que eran unos cien, pero que los dominaba. Sí, te lo juro. Que decía que tiraran para adelante, como decían ellos. En Talavera sí, era el que mandaba", este es el testimonio de una mujer que hoy revela el periódico El País.
Esta testigo protegida le ha dado un profundo giro al caso con sus declaraciones. Según el relato, en varias ocasiones se reunieron en la casa de su expareja para ver vídeos de YouTube de la pelea: "Mira, ese soy yo, sí, yo tiré a Jimmy al río, yo me lo cargué", asegura que decía Palomeque señalando las imágenes. "Yo estoy segura de que Palomeque ha sido, no tengo nada contra él, es más le tengo miedo", afirma la joven en dicho medio.
Cabe recordar que, en su momento, Diego Palomeque tan solo fue acusado de riña tumultuaria, como los otros más de 80 detenidos en la llamada Operación Neptuno. Sin embargo, las declaraciones de los dos testigos, lo agrupan con el núcleo agresor acusado del homicidio y encapsulado en su día por la policía.
Los cuatro ingresaron en prisión en diciembre de 2014 y salieron en mayo de 2015, porque los sucesivos jueces (hasta cuatro ha habido en el procedimiento) entendieron que no existían suficientes indicios para inculparles.
Esta idea fue avalada cuando la defensa hizo notar que había habido una confusión con las víctimas, los dos hombres arrojados al río en aquella enorme trifulca: Jimmy y otro hincha gallego, Santiago Abaga Manteiga, que resultó herido de gravedad pero logró salir por su propio pie del agua.