El fútbol español se ha visto salpicado por un caso de narcotráfico destapado en Argentina, donde la Policía Federal ha desarticulado una red de lavado de dinero que tenía ramificaciones en ramificaciones en Brasil y en nuestro país; concretamente, a través de la compra de un club de fútbol y una empresa de representación de deportistas.
El equipo en cuestión es el Club Deportivo Guadalajara, actualmente en Segunda RFEF, si bien llegó a estar dos temporadas consecutivas en Segunda división, la 11/12 y la 12/13, descendiendo finalmente de forma administrativa por las presuntas irregularidades detectadas en el proceso de ampliación de capital llevado a cabo en esa época.
Aunque la causa aún permanece bajo secreto de sumario, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, y la Policía Federal han desvelado algunos datos sobre las maniobras de lavado que habría utilizado la banda de liderada por un narcotraficante conocido como ‘Mameluco’ Villalba, jefe de una de las mayores bandas dedicadas a la venta de estupefacientes en el conurbano bonaerense.
El hecho de cumplir actualmente una condena de 27 años en el Penal de Ezeiza no le impedía, sin embargo, desarrollar operaciones de narcotráfico y blanqueo de dinero en las que están implicados sus hijos y familiares cercanos.
Así, aunque no era su principal vía para el lavado de capitales, la familia Villalba financió a través de un grupo inmobiliario la compra del CD Guadalajara y de una empresa de representación de deportistas. A través de ambas compañías, el grupo inmobiliario incurría supuestamente en la "expulsión y blanqueo de capitales con la compraventa de jugadores" de fútbol, entre los que se encontraba el hijo de uno de los socios fundadores de la constructora, según confirmó la Policía Federal de Argentina.
La banda financiaba este grupo inmobiliario, que invertía en edificios y barros privados en Argentina y Brasil, a través de una casa de cambio de divisas ilegal, conocida en Argentina como ‘cueva’. Además, los Villaba utilizaban dos financieras ilegales en Buenos Aires y operaban un establecimiento de compra y venta de vehículos, de los que también se nutrían para llevar a cabo los movimientos ilegales de droga, generando en total unas ganancias que rondan los cuatro millones de dólares entre 2020 y 2021.
Al respecto, la ministra Bullrich aseguró que esta operación demuestra que la venta minorista de drogas es "uno de los problemas más serios que la Argentina tiene, porque genera modelos de financiamientos de capitales ilícitos".