Llegó el Martes Santo al barrio de los barrios de Sevilla, el Cerro del Águila, pero la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores no abrió sus puertas. Recuerdos, flores e incluso rezos espontáneos se dieron cita improvisaba en su cancela. Sevilla estaba acostumbrada a comenzar un largo Martes Santo desde el Cerro, pero este añot todo ha cambiado.
Y junto a esta hermandad, las otras sietes que debían haber hecho estación de penitencia. Pero los templos del Dulce Nombre, La Candelaria, Los Estudiantess, Los Javieres, San Benito, San Esteban y Santa Cruz permanecieron cerrados, mientras todos sus hermanos vivían un Martes Santo de recogimiento y nostalgia en sus casas.
Era inevitable una mirada al cielo, a ese cielo azul y despejado, imaginando lo que podía haber sido este Martes Santo que tendrá que esperar, si Dios quiere, a 2021 para poder disfrutarlo.