Lo más fácil para
Monchi habría sido seguir en
Nervión.
Una vez tomada la decisión de salir, que nadie piense que escogió el camino más fácil. Se marcha a un club que tiene la obligación de ganar en un país en el que la Juventus manda con mano de hierro y no tiene visos de que vaya a bajar el pistón. La
'Vecchia Signora' lleva muchos años de ventaja a todos sus competidores. La
Roma, ante el abatimiento de los equipos de
Milán, es la que más se ha acercado al reinado 'bianconero', pero aún está a años luz.
En Francia o en Inglaterra el papel de
Monchi habría sido más sencillo. En la
Ligue 1 porque nadie tiene la obligación de toser al
PSG, hacerlo como esta temporada el
Mónaco es una osadía. Y en la
Premier porque en un campeonato tan competido los resbalones pasan más desapercibidos. Al de San Fernando no le han puesto una alfombra roja en la capital de Italia.
La rueda de prensa de su presentación, por momentos hostil, demuestra la exigencia que tendrá en
Roma. No hay que olvidar que es segundo de su campeonato -quizá el lugar más alto al que puede aspirar a día de hoy- y sin embargo, sus hinchas lanzaron ayer una macabra advertencia: "Dirigentes, dormid con las luces encendidas". De cualquier forma, cuando escogió salir,
Monchi no pensó en el camino más fácil, sino en el correcto.