Opinión

Gracias por tanto

Enrique GarcíaEnrique García
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Gracias por tanto
Monchi, con la portada de ED tras la final de Varsovia: "Gracias por tanto". - Enrique García
El trayecto es de apenas cien metros, pero da para comprobar el cariño que Monchi despierta en el sevillismo. Una foto por aquí, un apretón de manos por allá, un 'gracias por todo León'. El de San Fernando nunca niega una sonrisa. Desde que anunció su marcha todo ha sido así. El día que su hijo regresó de Londres apenas pudo salir a cenar. Ni una crítica, ni una mala palabra de los sevillanos –de todos los colores- con los que se ha cruzado tras poner fecha a su salida.

Se le hace un nudo en la garganta al recordar a una niña de seis años que le pidió que no se marchara. Para contárselo a su madre reunió a sus hermanos. "¿Por qué?", es la pregunta que le hacen sus allegados, a los que les ha costado convencer. Al final asegura que ha encontrado la comprensión.

Mañana pondrá el colofón ante su gente, con su familia a pie de césped, con su inseparable Diego en la grada. Con Gol Norte, espera, rindiendo tributo a quien siempre ha defendido tener con ese rincón del Sánchez Pizjuán una relación muy especial. La entrevista es de esas que derivan en conversación. A micrófono cerrado da gusto hablar con él de fútbol. Tras la misma posa con una portada de ESTADIO. Brazos en alto en Varsovia, penúltimo de sus éxitos.

'Gracias por tanto' reza un titular escrito como una profecía que se autocumple, pues es de hace diez meses, cuando amagó con irse la primera vez. "Nunca es buen momento", reconoce. Tiene razón. Sus éxitos le ataron al Sevilla y romper ese lazo ha sido traumático, incluso, para su salud. Se va mucho más que un director deportivo, pues la figura de Monchi trasciende a sus fichajes. Es el símbolo de una etapa gloriosa en la que pone un paréntesis. "Cuando el Sevilla me necesite, volveré". Hasta entonces, muchas gracias y mucha suerte.