Viendo el primer tiempo del Betis contra el Sevilla resulta complicado imaginar por qué deambula en zona de nadie en la tabla. Superó en todo a su rival, dominando el escenario, sabiendo en cada momento qué hacer para crear problemas a los nervionenses.
En el descanso se dio cuenta Sampaoli que por fútbol no iba a ganar el derbi. Necesitaba la casta y el coraje. En cuanto el Sevilla igualó en actitud a los verdiblancos el partido viró de rumbo. También encontró el casildense, con un centrocampista más, soluciones para mejorar la circulación y llevar el partido hacia campo bético. No supo, o no pudo, reaccionar Víctor, al que no le quedaba munición en el banquillo para un intento de reacción.