Ceballos se ha convertido en un pilar de un Betis que no hace mucho se sustentaba en dos, Rubén y Adán. Su explosión de la mano de Víctor demuestra que lo único que necesitaba era confianza. El talento lo lleva de serie y está añadiendo al repertorio el trabajo que demanda el fútbol de elite. El utrerano dio brillo a un trabajado triunfo, pero antes de enfundarse el frac para su asistencia magistral a Rubén Castro se colocó el mono para hacerse el dueño del centro del campo. Cuando los centrales fueron capaces de encontrarlo en la salida, el juego del Betis tuvo sentido. Tanto Jonas como Petros son jugadores más de empuje que de asociación, por lo que Ceballos acabó aglutinando todo el fútbol de la medular. Es algo que tiene que mejorar Víctor, porque durante muchos minutos el Leganés supo ahogar la salida verdiblanca y obligarle a jugar al pelotazo. Fue Ceballos quien encontró la rendija para romper el partido. Rubén, con su habitual puntería, hizo el resto.