EDITORIAL ED

Un desenlace inevitable

Un desenlace inevitable
Un desenlace inevitable.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 1 min lectura
Nadie podrá acusarle de huraño, oscurantista o pasota. Más bien, todo lo contrario. Se ha dejado la piel en este proyecto, echándole más horas que nadie, poniendo las excusas justas (alguna que otra sobró, cierto), argumentando sus decisiones y dando más de un 'palo' a quien insistía en reproducir vicios heredados.

Prometió "agitar el árbol", quedando en su debe que moviera las 'ramas' menos de lo esperado, aunque, cuando se vaya, Rubi lo hará como un caballero, sin más 'cadáveres' en su armario que la impericia o el infortunio para trasladar sus buenas intenciones e ideas al casillero de puntos. Ocurre que su libro vive inevitablemente sus últimos capítulos.

Debe mediar una inflexión descomunal para que acabe la temporada y un milagro para que comience la siguiente. Ya ha recibido el golpe de Gracia.