Este Sevilla FC deja frío. Ha dejado de transmitir la seguridad de meses atrás. Parece Inmerso en una crisis de identidad que preocupa en Nervión y al sevillismo.
Ayer ante el Cluj exhibió las mismas sensaciones negativas que en los partidos anteriores, ante un rival muy limitado que lo tuvo durante una fase contra las cuerdas con un fútbol arcaico y que a punto ha estado de poder viajar a Nervión con una jugosa renta. No lo consiguió porque, pese a todo, esta cita en Rumanía también dejó buenas noticias para el Sevilla, personificadas en las figuras de Suso y Rony Lopes.
El gaditano se erigió de nuevo en la única luz del Sevilla, asumiendo responsabilidades y generando curvas en la planicie blanquirroja. Y el internacional luso reivindicó su condición de futbolista válido y con recursos para dotar al Sevilla de verticalidad y pegada. A ver si Lopetegui toma nota.