Un único fichaje en casi dos meses podría desesperar a cualquiera y en más de un club habría desembocado en abiertas críticas al trabajo de cualquier dirección deportiva.
No ha sido así en un
Betis en el que todos, desde el técnico hasta el resto del plantel, mostraban plena convicción de que lo que se buscaba acabaría llegando y, ahora mismo, la ilusión se ha desbordado.
Pedraza gustó mucho, Dani Martín tuvo el respaldo mayoritario pese a no ser conocido y la llegada de Nabil Fekir ha provocado la locura generalizada.
No sólo por ser un fichaje 'top', que estaba en el punto de mira de muchos poderosos del continente, sino porque se ha logrado a un precio muy por debajo de su valor de mercado.
Es un premio
a la paciencia y a la previsión. La primera, de todos los béticos. La segunda, de un área deportiva que vio hace meses la situación en la que se encontraba
Fekir.
Con él, aunque salga
Lo Celso, se tiene la certeza de que el
Betis no bajará su nivel. Y aún falta el '9'...