Tras dos años de dudas, muchos jugadores en la rampa de salida y alguna de sus estrellas con opciones de cambiar de aires, parece lógico pensar que el Sevilla cambiará más de medio equipo de cara a la próxima temporada.
Si a eso añadimos que, con Monchi, era la tónica domiante cada verano y que el mercado se ha vuelto loco en estas primeras semanas de junio, no sería extraño que el equipo hispalense sobrepase con creces sus cifras históricas. Él y un gran número de equipos de LaLiga, salvo que cambie la tendencia y tras esta locura inicial todo se calme un poco, algo que no tiene pinta que vaya a ocurrir. A Monchi le queda hilar muy fino, como estaría haciendo con Joan Jordán, para que nada se le desborde.
La cifras por las que han llegado los fichajes de Dabbur, Wöber o Diego Carlos, que podrían ser altas no hace mucho, se antojan gangas después de ver lo que piden por jugadores que no pasarían de dos o tres millones hace un par de veranos. Ya van 52,5 kilos. Veremos hasta dónde llega.