Tal vez tanto repetirlo lo haya convertido en un tópico, pero tanto los sevillistas como sus rivales saben que el Sánchez-Pizjuán es un infierno en los partidos importantes. Los del United ya están avisados, tienen varios españoles en sus filas, pero seguro que hasta que no pisen el césped en Nervión no se darán cuenta de dónde se han metido.
¿Cuántas eliminatorias se han sacado adelante gracias a la magia de este estadio? Desde aquella en la que Antonio Puerta se convirtió en mito, muchos han sido los que han pasado por aquí y pocos los que han salido sonriendo. Sólo hay que echar la vista atrás dos semanas y recordar la semifinal copera ante el Leganés.
Mayor si cabe debe ser la intensidad que se viva mañana. El rival y el partido lo merecen. Si pasa el United que sea porque se lo ha ganado, pero no porque el Sevilla y el sevilismo no lo hayan dado todo.
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