La firmeza evidenciada por
José Castro en su discurso necesita el respaldo de los hechos a la hora de la verdad. No basta con afirmar de forma tajante que no atenderá a ofertas por
Vitolo en el mercado estival o que no se plantean la venta del paquete accionarial ante la supuesta propuesta de un grupo chino. Cuando llegue el momento debe transformar estas palabras en hechos y remitir con intransigencia a la cláusula de rescisión del principal baluarte del plantel.
En este caso no caben excusas, ni matices, ni pasos atrás aferrándose a la mayúscula plusvalía obtenida en la operación. Ayer aseguró con autoridad que
Vitolo no se vende y tampoco las acciones de
Sevillistas de
Nervión, y la afición espera que lo cumpla punto por punto como reflejo de que no hay lugar para la negociación con el patrimonio del
Sevilla.