Triunfo
agónico del
Sevilla FC, empeñado en
sufrir más de lo debido, pero que sirve para cortar su
pésima racha a domicilio, que se queda en nueve salidas oficiales sin sonreír del todo. Lo hizo (2-3) en el Ciudad de Valencia, donde un doblete de
Corona le permitió
resarcirse del enésimo penalti vía
VAR de esta campaña aciaga con los arbitrajes, aunque los de Lopetegui se
acularon en demasía en la reanudación, permitiendo que un
Levante con el agua al cuello pusiera en discusión la exigua ventaja. Después de varios amagos,
Koundé parecía llevar la tranquilidad a las huestes nervionenses, si bien un '
hara-kiri' postrero al conceder una contra derivó en el
2-3 y en la incertidumbre hasta el pitido final. Tres puntos de oro para renovar la
candidatura a la segunda plaza y, por ende, a la
Champions.
De inicio, ambos contendientes enarbolaban la bandera de la
presión, alta y generalmente escalonada, para complicar la elaboración de su rival, trazando a continuación transiciones rápidas en busca de la portería contraria. Con todo, las
interrupciones dominaron el arranque, con
Bono mandando a córner la primera clara, de
Dani Gómez desde la frontal. No obstante, la iniciativa blanquirroja sometió enseguida al anfitrión, replegado en su área y encomendado exclusivamente a la contra desde el minuto 8. Cinco después,
Ocampos se revolvía bien en el área para forzar el despeje de puños de
Dani Cárdenas. Fue la antesala del 0-1, logrado de cabeza, casi sin oposición, por
Corona, eficaz al rematar un servicio medido del '5' nervionense.
Poco iba a durar la alegría para los de
Lopetegui, que vieron cómo un gol anulado a
Vezo pasaba de fuera de juego a
penalti, tras una mano previa de
Diego Carlos, cayéndose y de forma involuntaria, que vio el
VAR, indicando
Estrada Fernández a Díaz de Mera Escuderos, el árbitro principal, que debía verlo en el monitor, tras lo que corrigió su decisión inicial.
Morales no perdonó desde los once metros. Sin embargo, el Sevilla seguía siendo
directo y vertical, por lo que volvió a ponerse por delante pronto. Un buen robo en campo ajeno permitió a
Ocampos ponerla otra vez en el área para que
Corona, en dos tiempos, controlara y salvara la salida del portero levantinista con una
vaselina.
Siendo realistas, la igualada se antojaba
injusta, un
espejismo, fruto de una acción aislada que no respondía al juego y las
sensaciones sobre el césped de Orriols. Estaba y siguió
cómodo el conjunto visitante, especialmente en su achique a partir del círculo central, donde pensaba y ejecutaba con
fluidez y tino. Dieron un paso al frente los pupilos de
Lisci, pero su
problema, aparte del buen hacer en la
contención de los blanquirrojos, estaba atrás, con una línea de cinco muy
adelantada tras la que percutían constantemente los tres hombres más adelantados de Julen. Encima, hasta el intermedio,
bastó a los andaluces con tocarla y tocarla para hacer
correr sin sentido a su adversario y que el tiempo pasara.
La segunda mitad parecía comenzar con un
guion similar: el Sevilla buscaba la tranquilidad con los mismos responsables de su ventaja por la mínima, mientras que el Levante atacaba con
más obligación que ideas. Sea como fuere, la situación había cambiado.
Bono emergió en estos minutos complicados, desviando a córner primero una falta cerrada de
Pepelu y, después, abortando con el pie el intento de engaño de
Melero, que amagó con centrar al corazón del área para buscar el palo corto del marroquí.
Lopetegui no dardó en tomar medidas, reforzando el lateral derecho y el eje de la medular para evitar más
sustos. Y
Ocampos casi le da la razón a renglón seguido, aunque el ex del Marsella cabeceó demasiado forzado un gran servicio del
Papu, quizás mejor para
En-Nesyri.
No llegaba la
sentencia y, por tanto, todo quedaba en el aire, dependiendo de cualquier acción puntual. Como la que forzó
Radoja en el 70, burlando en el área a un
Acuña que le agarró por detrás. Penalti
claro y evitable que, por fortuna para los intereses blanquirrojos, mandó esta vez fuera
Morales. La reacción sevillista fue inmediata y acarició el tercero, pero
Dani Cárdenas evitó con un paradón que el córner botado por
Rakitic y peinado en el primer palo por Lucas acabara en la red. De nuevo el meta granota fue determinante en el intento similar de
Rafa Mir, por lo que la
incertidumbre continuaba gobernando el reparto final de puntos. Hasta que llegó
Koundé: el francés, en una acción calcada a las anteriores, gana a todos con su gran detente vertical y la pone con la testa junto al palo (le da por dentro, de hecho), imposible para el cancerbero azulgrana.
Creyó Lopetegui poder dar descanso a
Acuña ya, aunque
Augustinsson demostró estar muy por debajo del 'Huevo' en su intervención inicial:
Son le gana la espalda y cabecea picado para que
Bono evite el 2-3. Nada pudo hacer ante
Soldado, que le batió a bocajarro en una contra
inexplicable que 'se comió'
Montiel ante Morales, asistente en esta ocasión. Incluso, el meta marroquí estuvo a punto de contagiarse de la 'caraja' general de los nervionenses y mandó un despeje contra el cuerpo de un rival. El
empate estuvo muy cerca.
FICHA TÉCNICA.-
Levante UD: Dani Cárdenas; Miramón (Saracchi 77'), Rober Pier, Postigo (Óscar Duarte 39'), Vezo (Cantero 77'), Son; Radoja, Pepelu, Melero (Bardhi 66'); Morales y Dani Gómez (Soldado 77').
Sevilla FC: Bono; Jesús Navas (Montiel 55'), Koundé, Diego Carlos, Acuña (Agustinsson 85'); Joan Jordán (Delaney 55'), Rakitic, 'Papu' Gómez (Óliver Torres 72'); Ocampos, 'Tecatito' Corona; y En-Nesyri (Rafa Mir 72').
Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (castellano-manchego). Amarillas al local Pepelu, así como a los visitantes Joan Jordán, Montiel, Acuña y Rafa Mir.
Goles: 0-1 (14') 'Tecatito' Corona;
1-1 (22') Morales, de penalti;
1-2 (27') 'Tecatito' Corona;
1-3 (82') Koundé;
2-3 (87') Soldado.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 33ª de LaLiga, disputado en el Estadio Ciudad de Valencia ante 18.100 espectadores.