Desde fuera,
Yassin Fekir parece el gran damnificado de la temporada
21/22 en el
Real Betis. En el último mercado invernal, la ausencia de fichajes y la marcha al Torino de
Tonny Sanabria suponía su promoción inmediata desde el filial verdiblanco, con el que había logrado dos goles en 12 partidos, si bien no logró estrenar su
dorsal 19 en otros tantos encuentros oficiales (
18 de LaLiga y uno de Copa del Rey). Trece citaciones, viendo todos los duelos desde el banquillo sin calentar apenas en ninguno, fue su máximo logro. De nuevo, la
pretemporada volvía a
ilusionarle, aunque el cierre del mercado estival le depararía un
regreso al segundo equipo para liberar la
ficha que necesitaba
Bellerín. Todo ello, como ya se ha advertido,
sin debutar con la escuadra matriz, aunque nadie le quita el gol en uno de los primeros duelos de preparación y la emoción que sintió.
Pero nada más lejos de la realidad. El pequeño de los Fekir esperaba jugar más, claro.
Algo, para ser exactos. Pero valora la
oportunidad, la
experiencia de compartir vestuario no sólo con su hermano Nabil, sino con grandes futbolistas como
Bravo, Canales, Borja Iglesias, William Carvalho... De todos se lleva algo, además de la esperanza de que las buenas palabras de Manuel Pellegrini, que dejó claro en una rueda de prensa que no lo había subido por tener ese apellido, sino porque le
gustaba mucho y porque estaba
seguro de que iba a hacerse un nombre en verdiblanco. Ojalá, piensa el mediapunta, que recibió, de hecho, como una buena noticia el retorno a la disciplina de
Manel Ruano, con el que ha vuelto a encontrar
minutos y sensaciones.
Dentro de que al
Betis Deportivo le está costando un mundo adaptarse al exigente
Grupo 2 de Primera RFEF, Yassin es de lo más descollante de su catálogo.
Un gol y 744 minutos en su haber en once jornadas le han devuelto la ilusión, amén de despertar a algunos equipos que le harían gustosos sitio en el arranque de 2022. Han llegado a su agencia,
Promoesport Andalucía, varias propuestas de cesión para, como ya hiciera en el
Guijuelo, probar suerte allende Heliópolis, esta vez en
Segunda división. Sin embargo, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos, el menor de los Fekir pretende terminar el ejercicio como verdiblanco. Tendría que llegar una oferta realmente
jugosa para el club y el jugador que le hiciera cambiar de opinión.
Ya el verano que viene, como quiera que arrancaría
su última campaña de vinculación, habrá que
plantearse muchas cosas respecto al
futuro, con todos los
escenarios abiertos. El atacante de
24 años es consciente de que salvar de la quema al filial sería una gran carta de presentación. La posible ampliación de contrato de Nabil allanaría el camino, aunque él siempre ha sido realista y mirado por su carrera de manera lo más independiente posible. Le gustaría que
Pellegrini volviera a llamarlo y, esta vez, confiara en él del todo, si bien no se cierra ninguna puerta. Cree tener mucho que ofrecer. En el Betis, insisten técnicos y directivos,
se le valora muchísimo por sí mismo. Se cree en su progresión. El
Lyon, también. Por eso, se guardó el
50% de sus derechos por si explotaba aquí y era traspasado.