Cuarenta y cinco minutos de espectáculo y otros tantos de control le han servido al Betis para retomar el camino del triunfo en un partido en el que no sufrieron ni jugando con diez casi media hora. Con presión alta y contras letales, la escuadra bética desarboló al Elche en la primera mitad, en la que Juanmi, Willian José y Fekir materializaron en el electrónico el baño verdiblanco. Tras el descanso, el equipo empezó a pensar en lo que le viene y se permitió hasta dar descanso a alguno de sus pesos pesados. El Betis no se desengancha de los puestos de Champions, que sigue teniendo a sólo dos puntos.
Pellegrini sorprendía de salida con la presencia de Paul en el centro del campo junto a Canales, cuando se esperaba que los internacionales Guardado y William formaran tras la ausencia por sanción del casi inamovible Guido Rodríguez. Pero más sorprendió la presencia de Rober, que debutaba como titular en el equipo verdiblanco. Ya lo dijo el técnico chileno, cuando algo no funciona... hay que cambiar. Y los cambios, de salida, funcionaron a la perfección.
El Betis salió con ganas de revertir sus últimas actuaciones y no tardó ni un minuto en llegar con peligro a la portería de Badía. Una combinación que acabó en los pies de Álex Moreno, quien llegó hasta línea de fondo y, cuando se esperaba un pase a Rober, el catalán decidió sorprender con un lanzamiento a portería que se le fue al lateral de la red.
Pese a ello, el balón, en los primeros compases, era del Elche, que trataba así de evitar que el Betis desarrollase su tradicional juego de control. Esa posesión, no obstante, no se transformaba en ocasiones y era el cuadro de Pellegrini el que llegaba con más asiduidad al área ilicitana cada vez que robaba el balón.
Juanmi, con una galopada en solitario, y Fekir lo intentaban sin mucho peligro antes de que el colombiano Mójica errara en un despeje, cediera el balón a Álex Moreno, que pasó en profundidad sobre Juanmi para que éste cruzara a placer ante Edgar Badía. Sólo doce minutos le habían bastado al Betis para hacer lo que no había podido en los tres partidos precedentes.
Con el Elche K.O., el equipo verdiblanco se convirtió en un huracán. En los cuatro minutos que siguieron al tanto de Juanmi, Willian José vio cómo se le anulaba un gol por fuera de juego previo y, a continuación, Fekir se encontró con un paradón de Badía cuando ya casi celebraba el segundo tanto.
El Betis acariciaba el gol y éste no tardaría en llegar. Juanmi, omnipresente en esta primera parte -hasta para ver la primera amarilla-, recibía un balón dentro del área y, cuando trataba de controlar, recibía un pisotón del exbético Barragán. Penalti claro para el árbitro, aunque muy protestado por los jugadores locales. William José lo lanzaba de forma magistral, imparable para el portero catalán.
El desconcierto local era total y quedó en evidencia cuando dos minutos más tarde Fekir aprovechaba un nuevo robo en campo contrario para irse, recortar y, con un punterazo, poner el balón lejos del alcance de Badía. Acababa de cumplirse el minuto 27, el Betis ya ganaba por 0-3 y daba la sensación de que podía hacer muchos más.
Ni este abultado marcador hizo que el conjunto heliopolitano levantara el pie del acelerador. El balón lo tenía el rival, pero la presión asfixiante de las huestes verdiblancas, que propiciaba continuos robos, y la velocidad de sus puntas hacía temblar a la afición ilicitana cada vez que uno de azul tenía la pelota.
El Elche, al menos, sí se acercó en estos últimos minutos de la primera mitad al área de un Rui Silva que hasta ese momento estaba inédito. La más clara, un mano a mano de Lucas Boyé, que resolvió el meta portugués. Aunque posiblemente el árbitro habría invalidado la jugada por fuera de juego.
El Elche salió con otro aire tras el descanso. Aparte de con nuevos jugadores, pues Tete Morente sustituyó a un desaparecido Pastore y el exsevillista Diego González hacía lo propio con Bigas. Y fruto de esa nueva ambición fue la primera llegada peligrosa de de Lucas Boyé, al que su disparo desde la frontal se le iba directamente desviado.
Los ilicitanos sabían que un gol les podía meter en el partido. Pero el Betis seguía con las ideas muy claras. Sabía que su rival tiene problemas para sacar el balón jugado y forzaba las pérdidas en el centro del campo que seguían propiciando contragolpes. Canales pudo hacer el cuarto a los cinco minutos, pero disparó mordido y ligeramente desviado.
El partido entraba en una fase de somnolencia donde el Betis se sentía cómodo y el Elche, con el balón en los pies, se veía incapaz de generar alguna inquietud a su rival. A falta de media hora, Fran Escribá trataba de cambiar la dinámica con otro doble cambio, pero el que de verdad cambió el panorama fue una jugada aislada, en la que Bellerín agarró a Tete Morente cuando éste se iba en velocidad y veía la cartulina roja. Quedaban 23 minutos en los que habría que aguantar con uno menos.
Pellegrini reaccionó rápido dando entrada a Guardado y Aitor Ruibal por Juanmi y Canales, asumiendo el catalán la posición de su paisano en el carril derecho y dando el mexicano descanso al cántabro, que será muy necesario ante el Ferencvaros.
No obstante, la expulsión de Bellerín hizo que el Elche diera claramente una paso adelante. Metía a Carrillo por un centrocampista y se instalaba en las cercanías del área de Rui Silva. El Betis, muy ordenado, no daba opciones y las únicas llegada levantanas surgían con lanzamientos lejanos, como el que Gumbau probó a quince minutos del final. Más peligrosa fue la siguiente llegada, un centro de Mojica (78') que Carrillo remató de cabeza ligeramente alto.
Pellegrini agotó los cambios para, por un lado, tratar de recuperar el centro del campo (William Carvalho) y, por el otro, buscar alguna contra definitiva (Tello).
Sólo un error, como el de Bellerín, podría variar el panorama. Y casi llega en una jugada calcada, en la que esta vez el defensa no quiso autoexpulsarse y dejó que Lucas Boyé encarase a Rui Silva. El portugués, en el mano a mano, salvó los muebles con una salida espectacular.
Carrillo, con dos remates, uno de cabeza y otro con el pie, pondría de nuevo a prueba a un segurísimo Rui Silva mientras el partido agonizaba con el himno bético de fondo y gritos de ¡Betis, Betis!
Antonio José Medina9 min lectura