"El
propietario del equipo siempre tiene la
última palabra, pero yo espero que las puertas estén
abiertas el día que yo quiera regresar. Me ha buscado
América, también tuve pláticas con el
Monterrey... Pero ni a América, Monterrey o
Tigres, porque siempre he dicho que mi ilusión es regresar al
Atlas algún día. Esa ilusión sigue intacta hasta a día de hoy", confesaba hace ahora dos años un
Andrés Guardado que, a sus
35 años, afronta la que podría ser su última temporada en el
Real Betis. Pero cualquiera sabe, porque Pellegrini considera al 'Principito' una de las voces autorizadas del vestuario y ya habría pedido, por ejemplo, la renovación de un
Claudio Bravo cuyo contrato expira igualmente el 30 de junio de
2022.
En una tesitura similar, el mediocentro que arribara a Heliópolis en
2017 renovó en diciembre de 2019. Lo que sí está claro es que el internacional azteca parece haber aparcado u olvidado la
MLS, que llevatentándole desde que descollara en el
PSV. El otrora carrilero siempre prefirió continuar en
Europa mientras pudiese mantener el nivel, lo que ha conseguido con creces, y a estas alturas deberá replantearse el futuro si no recibe una oferta para seguir de verdiblanco. La Liga profesional estadounidense, muy cerca de casa, es siempre una
tentación, tanto por la aventura en un fútbol emergente en ese descomunal país como en el aspecto
económico, pero, hablando vulgarmente, tampoco desea regresar a
Guadalajara para 'arrastrarse' sobre el campo.
Y el Atlas, que también vio
frustrado su intento de repatriación estos últimos años, podría haber dado el paso definitivo para que Guardado acabe de convencerse. "Se lo hemos
ofrecido; yo personalmente me senté con él y me explicó el contexto de su vida, tanto personal como profesional, y, a pesar de que entiendo que tiene un gran cariño por el Atlas, su afición y la ciudad, Guardado ha declinado venir al Atlas. Lo entiendo; y no es falta de amor y de
cariño, sino todo un
contexto personal”, confesaba hace ahora un año
Alejandro Irarragorri, presidente del consejo de administración del
Grupo Orlegi, los propietarios del histórico club mexicano (y del
Santos Laguna), que insistía en que "las puertas siempre estarán abiertas". Pero, mientras tanto, la entidad parece haber captado la
atención del zurdo.
"Me gustaría enviar un abrazo a todos los aficionados que me han
apoyado a lo largo de mi carrera. Hoy más que nunca, la transformación (del Atlas) es una
realidad. Éste es un
proyecto que marcará
un antes y un después dentro del club. Es un club que a lo largo de su historia en el fútbol mexicano ha tenido tradición gracias a su
ADN formativo, gracias a su cantera, y por supuesto gracias a su afición. Y creo que un proyecto como éste valió la pena. La cantera se merece un proyecto de esta
envergadura, para que los jugadores del club puedan poseer sus propias
instalaciones, lo que podría significar mejores
resultados deportivos a medio plazo. Lo mejor está por venir, y nos espera un futuro muy emocionante", ha dicho Guardado en un vídeo exhibido este miércoles durante la
presentación de la
nueva ciudad deportiva rojinegra, utilizando la primera persona del plural para referirse al porvenir del Atlas.
Con un presupuesto de
15 millones de dólares, la
Academia rojinegra, que debería abrir sus puertas en el
verano de 2022, comprenderá
siete hectáreas de terreno, con
seis campos de fútbol, un comedor, una capilla, un auditorio y un club social para todos los escalafones, tanto las ramas
masculinas como las
femeninas que están en mente.