La alcaldesa de Bilbao en funciones, Amaia Arregi, ha calificado de "disparate", "despropósito" y "sinsentido" la decisión de la UEFA de retirar a la capital vizcaína como sede para la celebración de la próxima Eurocopa, y ha acusado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de "querer meter público a toda costa sin valorar la evolución de la pandemia", dando por hecho que este viernes se nombrará al estadio de La Cartuja de Sevilla como nuevo escenario para los partidos de España.
Arregi ha declarado tras un acto celebrado en Bilbao que "con la salud y con Bilbao no se juega" y que en el Ayuntamiento han tenido que "aguantar y ver cómo se hablaba de otra sede", en referencia al estadio de La Cartuja en Sevilla, sin que la UEFA se pusiera en contacto con ellos y mientras "seguían trabajando e invirtiendo recursos humanos y económicos". Hasta la fecha, el importe invertido por el Ayuntamiento bilbaíno en la celebración de la Eurocopa en el estadio de San Mamés se eleva a 1,2 millones de euros.
La alcaldesa en funciones ha acusado a los dirigentes de la UEFA de romper "unilateralmente" un contrato en el que "se llevaba trabajando mucho tiempo" y "sin decir las causas, los incumplimientos, las condiciones o la compensación". Asimismo, ha insistido en que "hace semanas que sobrevolaba la amenaza de retirar la sede a Bilbao si para junio no se confirmaba al menos un 25 por ciento de público en los partidos" y ha denunciado que a la UEFA no le han importado "ni la pandemia, ni la salud pública, ni el trabajo serio y profesional" de la ciudad.
Ha calificado de "poco prudente" y "nada responsable" que la Federación Española de Fútbol y la UEFA "firmen un documento sin ninguna reserva sobre la evolución de la pandemia" para trasladar la sede de San Mames al estadio de La Cartuja, en Sevilla. También ha asegurado que en el Ayuntamiento están "tranquilos" y que "los servicios jurídicos están trabajando" para ver cuál es el siguiente paso, aunque no ha especificado si van a demandar o no a la UEFA, posibilidad que se planteaba ayer el Consistorio.
"Ni el camino ni la relación han terminado", ha anunciado, y ha señalado que van a seguir hablando y trabajando con la UEFA y la Federación Española de Fútbol "para que se resarza la inversión realizada y para cubrir el daño reputacional ocasionado a la villa". "Si hay seriedad, profesionalidad, coherencia y responsabilidad no nos cerraremos a traer nuevos eventos", ha expresado, pero ha criticado que "las formas no son dar un portazo sin dar ni una sola causa de incumplimiento, ni obligar a cumplir amenazas o condiciones que no figuran en ningún contrato".
Arregi ha lanzado un "mensaje de tranquilidad" a los sectores económicos y ha recordado que en el Ayuntamiento "siguen trabajando para traer eventos que impulsen la economía en la villa, como son "los Premios Max 2021, el Campeonato de pruebas de triatlón en 2022 o el Tour de Francia en 2023". "Son ejemplos claros y conseguidos en tiempos de pandemia, los vamos a seguir haciendo con nuestro estilo y sin que nadie lo cuestione", ha insistido.