El nadador español
Miguel Ortiz-Cañavate se clasificó este jueves para la primera final mundialista al meterse entre los ocho mejores de los 50 metros espalda de los
Campeonatos del Mundo de Piscina Corta, que se están disputando en
Windsor (Canadá).
El madrileño ya había dejado claras sus intenciones de poder estar en la final de la distancia en las series donde había conseguido el cuarto mejor tiempo con 23 segundos y 47 centésimas, que le daba licencia para soñar con estar en la pelea por un podio que se presenta caro.
Horas después, en las semifinales,
Ortiz-Cañavate mejoró su registro y con un crono de 23.33, el segundo de su serie, se clasificó con bastante holgura para la final. El nadador español logró el quinto mejor tiempo de los finalistas, superado por el japonés Junya Koga (22.81), el bielorruso Pavel Sankovich (23.07), el francés Jeremy Stravius (23.16) y el australiano Bobby Hurley (23.20), lo que presume una reñida lucha por los metales en la que espera estar el madrileño.
Además, la jornada dejó el segundo récord del mundo de estos Mundiales, el conseguido por el sudafricano
Chad Le Clos en los 100 metros libres, donde con un crono de 48.08 rebajó en 36 centésimas su anterior plusmarca que databa desde la edición de Doha de hace dos años.
Finalmente, la húngara
Katinka Hosszu prosiguió con su cosecha de medallas y consiguió la cuarta de oro en la cita tras imponerse con autoridad en los 200 metros espaldas. La magiar ya se había proclamado campeona en los 100 espalda, los 200 libres y los 400 estilos.