La windsurfista sevillana Pilar Lamadrid, que en el pasado Mundial ganó la plaza para España en la clase IQFoil (tablas con 'foils' o hidroalas) para los Juegos Olímpicos, reveló en declaraciones a EFE que siente "un orgullo especial por estar en París 2024 siguiendo la senda de tres windsurfistas sevillanas que han estado en los Juegos desde hace más de 20 años".
"Somos sevillanas que hemos acabado en la provincia de Cádiz y para mí todas ellas han sido una motivación, especialmente Blanca Manchón porque entrenamos juntas en Puerto Sherry (Puerto de Santa María). He estado peleando para que llegara ese relevo generacional y ya ha llegado", acordó.
Desde 2000, el windsurf olímpico, ahora IQFoil, ha estado representado solo por regatistas sevillanas: María del Carmen Vaz (Sydney 2000/8ª), Blanca Manchón (Atenas 2004/8ª y Tokio 2020/11ª) y Marina Alabau (Pekín 2008/4ª, Londres 2012 (medalla de oro) y Río 2016/5ª).
"Ya he dado el primer pasito y haber logrado la plaza por país ha sido una alegría porque era mi primer objetivo, el otro era pelear por medalla en la Medal Series final y el haberme quedado fuera, especialmente de la forma que me quedé (a solo dos puntos) me dejó con la sensación de no haber terminado la temporada bien", comentó.
Opinó que no rindió a su nivel por un tema psicológico.
"Venía de una temporada un poco difícil, con problemas de espalda que hicieron que no acabase de arrancar en algunas regatas. A partir del Europeo empezamos un trabajo tanto físico como psicológico para empezar a recuperar como si fuese la recuperación de una lesión", dijo.
"Físicamente estuve cada vez mucho mejor y me encontraba para rendir al máximo nivel y no entendía lo que me pasaba. Posteriormente, hablando con mi psicóloga María Martínez, me faltaba este último escalón del pase a la competición y creo que si el Mundial hubiese llegado una semana después no hubiese habido quien me parase; así que hay que aprender de esto", reconoció.
"Me encontraba un poco rara y, además, si en una de las mangas finales hubiese quedado tres puestos más adelante habría estado en la Medal Series. No estuve mentalmente al cien por cien; no era yo misma. Soy muy peleona, pero no lo demostré como yo quería", dijo.
Las windsurfistas israelíes lograron el oro y la plata del Mundial y se presentan como las grandes aspirantes a medalla olímpica. Por esto ella considera que, "ahora mismo son el país más fuerte y tienen un grupo de chicas muy potente, todas entrenando al máximo nivel y su selección es súper exigente, pelean entre ellas y por esto están tan arriba. Y en los Juegos habrá que prestar atención también a las inglesas con Emma Wilson y a Francia porque compite en su casa y siempre es peligrosa".
Después de haber estado dos semanas de vacaciones, indicó que todo está "completamente planificado".
"Seguir entrenando, mejorando y con la puesta a punto para la última regata de la próxima temporada, que espero sean los Juegos París, para llegar allí con el máximo rendimiento posible y la mejor versión de Pilar Lamadrid", detalló.
A partir del día 20 se irá a entrenar a Santander, a final de mes competirá en la Copa de España en Vigo, en noviembre se irá a Lanzarote para competir en los IQFoil Games y preparar el Mundial 2024 que se disputará, también en Lanzarote, del 26 de enero al 3 de febrero próximos.
España ha clasificado siete clases por país para París 2024, aunque Lamadrid apuntó: "Son casi ocho porque estoy segura de que Gisela (Pulido) va a lograrla en breve. Se quedó a dos puntos de la plaza y sé que sus sensaciones son buenas porque es mi compañera de habitación en el Mundial y confío mucho en ella", indicó sobre la regatista de Fórmula Kite.
"Ahora estoy más relajada, con la mente puesta en lo que tenemos que hacer para entrenar y estar bien. Estoy lista para sufrir y luego tener la recompensa. No quiero hablar de expectativas para París 2024; ya lo haré cuando llegue el momento", dijo.
EFE