La carmonense Marina Rueda, vigente campeona de España en lucha olímpica en 53 kilos y una de las indiscutibles referencias de esta disciplina a nivel nacional, tiene como objetivo llegar a los Juegos Olímpicos, algo que le ha llevado a viajar a Estados Unidos y aprender nuevas técnicas y formas de entrenar para seguir perfeccionando.
En el poco tiempo que lleva viviendo allí, Marina ha podido comprobar muchas diferencias entre la lucha en España y fuera, en este caso Estados Unidos: “Una diferencia muy grande que yo veo es que, como todavía la lucha en España no es un deporte que se conozca, es un deporte bastante minoritario, es verdad que en comparación con lo que yo he visto aquí en Estados Unidos, tenemos muy poca participación. A lo mejor en un campeonato nacional allí en España, tenemos una participación de 15 luchadores, aquí tienen 70 en una competición por categoría de peso y eso es una de las cosas que en España deberíamos movernos para conseguir, porque cuanta más gente haya, más competitivo te vuelves y más avanza la lucha, mejoramos todos...”
Como buena amante de su deporte, la luchadora quisiera que España se equiparara a otros países donde el nivel es mucho mayor, ya que las diferencias son notorias. Por eso considera que deberían trabajar en la promoción de la lucha y conseguir que sea más conocida.
“Yo creo que se debería promover un poquito y hacerla un deporte más conocido para que hubiese el mismo número de participantes que aquí, porque, eso es una diferencia muy destacable que yo he visto con respecto a las competiciones”.
Aunque sienta que la lucha en nuestro país no es todavía lo suficientemente conocida, no quita que no vea un futuro prometedor si se incentiva, sobre todo en Andalucía, donde Marina, ha podido comprobar con sus propios ojos, la buena base existente de niños luchadores. Aunque claro, como sucede con muchas otros hobbies o aficiones que se empiezan a seguir desde niños, con el paso de los años se acaban abandonando, ya sea por estudios, trabajo, aburrimiento o que consideran que le dedican demasiado tiempo cuando ya no van a llegar a nada con él, entre otras muchas circunstancias: “Nosotros en Andalucía tenemos una base super grande de niños luchadores y de niñas luchadoras, lo que pasa es que es verdad que cuando llega cierta edad, la gente se aparta del deporte, ya sea porque se pone a trabajar o porque quiere estudiar, y lo que tenemos que conseguir es que la gente compagine la lucha con el resto de su vida, porque justo en esta edad en la que la gente se retira, es cuando empiezan a ser buenos, cuando empiezan a tener las sensaciones que tienen que tener para competir y ese es un punto decisivo en el que la gente cambia sabes, y yo creo que deberíamos conseguir que la gente se mantuviera luchando. Hay que profesionalizar más este deporte”.