Javier Reja: “Nos quedamos con un mal sabor de boca porque acariciamos la medalla en todo momento”

El deportista Javier Reja cuenta a ESTADIO Deportivo cómo fue su experiencia en Tokio 2020 en la competición de remo paralímpico

Luisma SánchezLuisma Sánchez 3 min lectura

Javier Reja (Sevilla, 47 años) participó en la prueba de remo en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 haciendo una gran actuación con la que estuvo a punto de conseguir una medalla en su modalidad de KL2. Se rozó por unos instantes la posibilidad de poder subir al podio y sumar un bronce al medallero español, pero el deportista sevillano se tuvo que conformar con el cuarto lugar en los últimos metros de la prueba.

"La verdad que solo con entrar en la final nos dábamos con un canto en los dientes”, cuenta Reja, que estaba de estreno en esta prueba en unos Juegos Olímpicos. El andaluz consiguió hacerse un hueco en la final a última hora en una prueba que contaba también con ciertas adversidades. “Tuvimos la mala suerte de contar con una normativa que hay en remo en la que según el viento sople, se pueden cambiar las calles al que mejor tiempo tenga al llegar a la final, por el beneficio que pudiese darles a los remeros", cuenta Javier.

Una prueba de KL2 de piragüismo en la que compiten deportistas que tienen un funcionamiento moderado de las caderas y de las piernas, y la ausencia de ambas (por encima de la rodilla) o de una pierna completa. Uno de los puntos clave de esta prueba es la referencia del remero de al lado, por el hecho de perseguirlo. "Pasé de poder perseguir al australiano, que obtuvo la medalla de plata, a competir al lado del israelita que junto conmigo era el peor tiempo", explica sonriendo Reja.

La estrategia tuvo que cambiar para poder lograr la tan ansiada medalla. "Estuvimos planteando toda la competición de forma que nos reserváramos un poco para darlo todo en la final. Eran tres días consecutivos de regata a tope y nos reservamos un poco para la final”, habla el deportista andaluz. Con lo que Javier Reja se lanzó a por la medalla con cierta decisión y fuerza llegando a ocupar la segunda posición. “Me faltaban las fuerzas, tuve que hacer de tripas corazón porque el inglés venía pisando fortísimo por detrás. Conseguimos quedar cuartos, que para mí es un gran mérito", dice Reja.

"En 2024 queremos ir a por la medalla, ya que nos quedamos a las puertas con un mal sabor de boca", explica ilusionado el paralímpico sevillano. A pesar de quedar contento con los resultados, Javier Reja y todo su equipo se quedaron con un mal sabor de boca al tener tan cerca la oportunidad de conseguir la medalla. El metal es un mérito como fruto de un trabajo previo diario del deportista.