Iván Díaz5 min lecturaSe abre la fosa, despegan varios platillos flotantes y se aprieta un gatillo. De la boca de un rifle brotan disparos que trazan la firma de un oro olímpico sobre ellos. Se trata de Fátima Gálvez, (Baena, enero 1978), una deportista andaluza que brilla en el tiro olímpico desde hace más de veinte años y que hace tres se llevó en el bolsillo la medalla de oro en las olimpiadas de Tokio. Si bien, su figura acusó el ostracismo generado por la poca relevancia que tradicionalmente presentaron deportes como este. En ESTADIO Deportivo, la cordobesa muestra la irritación que le produce tal ignorancia y cómo esto le afecta en su vida deportiva.
La deportista consiguió el oro junto a Alberto Fernández en tiro olímpico mixto. Si bien, ella no notó un cambio en su vida. “Contamos con un deporte que es muy poco reconocido por los medios de comunicación. Sí por radio y por la prensa escrita, pero por televisión no se nos reconoce ni la mitad. Nosotros conseguimos la medalla olímpica, que fue la primera medalla para España en ese momento y encima fue de oro y además para el tiro olímpico, y no ha tenido ninguna repercusión a la hora de encontrar patrocinios, eventos deportivos, medios de comunicación…”
A nivel de relevancia, así valora la importancia de la medalla: “La medalla fue importante para nosotros, pero la verdad es que la puedo comparar con ganar un Campeonato de Europa o un Campeonato del Mundo, porque pasamos igual de desapercibidos y no se nos da el lugar que merecemos.
Fátima tiene claro el motivo: “El tiro olímpico es uno de los primeros deportes de la era moderna de los Juegos Olímpicos. Visualmente es muy atractivo. Pero claro, contamos con el hándicap de que tenemos armas de por medio. Hay que saber diferenciar muy bien armas deportivas de armas de fuego, pero pienso que a los medios de comunicación no les interesa dar bombo a un deporte en el que aparecen armas. Pienso que ese es el mayor inconveniente”.
Es un deporte que, a pesar de su atractivo, cuenta con muy poca difusión. “Es un deporte muy atractivo. De hecho, a mí me viene esta ilusión porque en Barcelona 92 tuve la suerte de ver a una mujer ganarle la medalla de oro a todos los hombres. Gracias a esta pionera yo pude conocer este deporte. Pero actualmente, no se visualiza ningún tipo de final de campeonatos mundiales, europeos o copas del mundo. Además, en los Juegos Olímpicos, solamente tenemos el momento de gloria en la final”.
Tan poca es la repercusión que únicamente se retransmiten las finales. “No se ve ni tan siquiera la clasificación. Y yo sé de muchos deportes que se ve la pre competición, la competición, la clasificación y todas las rondas posteriores. En nuestro caso, somos los grandes olvidados”, confiesa la cordobesa.
Es algo que le causa frustración. “En parte sí. Porque uno de los objetivos que yo me marqué en esta vida fue darle el reconocimiento que merece al tiro olímpico con una medalla olímpica. Pensamos que no éramos conocidos porque nos faltaba una medalla en nuestro palmarés de esta magnitud. De hecho, un periodista, así como curiosidad, nos hizo una entrevista a nuestra llegada a Tokio. Alberto le dijo que a ver si teníamos suerte y le dábamos ese empujón que el tiro olímpico merece. Nuestro asombro fue la respuesta del periodista, que nos dijo que teníamos que ganar más. Nosotros nos quedamos pasmados porque hemos ganado europeos, mundiales, dos copas del mundo, tenemos la medalla de oro de los Juegos Olímpicos… “No sé qué más tenemos que ganar para demostrar que este es un deporte como otro cualquiera”. Imagínate el desconocimiento tan grande que hay entre los medios de comunicación”, comentó la tiradora.