Mario Míjenz3 min lecturaHan pasado ya seis años de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, seis años, con unas olimpiadas más de por medio, las de Tokio 2020, desde que la gimnasia española volvió a hacer historia con esa medalla de plata en Gimnasia Rítmica por equipos. En aquellos mismos juegos y en aquel mismo escenario, el Jeunesse Arena, antes denominado HSBC Arena, debutó en sus primeros, y únicos hasta la fecha, Juegos Olímpicos la hispalense Ana Pérez en la disciplina, evidentemente, de gimnasia artística. Con tan solo 18 años, la joven sevillana consiguió convertirse en deportista olímpica tras una sufrida clasificación.
Asimismo, en una entrevista en exclusiva para ESTADIO Deportivo, Ana Pérez habló sobre dicha clasificación a las olimpiadas de 2016: “En Glasgow teníamos la clasificación por equipo y no la conseguimos. Entonces, el preolímpico se hacía en Río y ahí íbamos dos gimnastas para el preolímpico en Río de Janeiro en abril. Ahí fue donde conseguí la plaza olímpica”. En aquel escenario, la sevillana logró su clasificación terminando en decimoctava posición con una puntuación total de 54.199. De esta forma, logró un 13.900 en salto; 13.900 en asimétrica; 12.833 en barra y 13.556 en suelo.
Aquellos juegos olímpicos tuvo que disputarlo en solitario, al no clasificarse con el resto del equipo español en la categoría de por equipos en Glasgow: “Hombre, yo siempre lo digo. Los Juegos Olímpicos es como el top, es la recompensa a cuatro años de trabajo. Siempre he dicho que aquí somos unas ocho, nueve o diez, no sé muy bien exactamente, pero al final no van todas, pero sí que todas trabajamos por igual. Entonces, es un poco injusto que solo una pueda vivir eso. A mí me mucha pena porque, al final, no te sientes igual de arropada o apoyada yendo tu sola que yendo con tus compañeras”. No obstante, no obtuvo los resultados que ella misma esperaba: “No ha sido mi mejor competición, pero he sido bastante regular en los cuatro aparatos” dijo tras finalizar el concurso en trigésima sexta posición cuando solo tenía 18 años.
Por último, recordó también el gran nivel en el que se encontraba tras los JJOO de Río 2016 en los años posteriores, mejorando sus actuaciones durante el ciclo olímpico previo a Tokio y clasificando sin problemas a las olimpiadas del continente asiático, tanto en solitario como con por equipos: “Yo me sentía en mi mejor momento. Madura gimnásticamente, dominaba lo que hacía, disfrutaba compitiendo… para mí era el mejor momento de mi carrera. Entonces, claro, que llegara la lesión fue duro, porque yo me encontraba pletórica”.