Blanca Manchón: "Llevo a Andalucía por bandera, no solo en mi acento, sino en mi manera de vivir"

La deportista sevillana repasa su trayectoria en los Juegos Olímpicos y cómo se trabaja el deporte del windsurf en Andalucía

Luisma SánchezLuisma Sánchez 19 min lectura

Blanca Manchón (Sevilla, 35 años) lo dio todo para entrar en la final de su deporte en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aún así gozó de la experiencia de vivir como deportista olímpica. No era la primera vez que lo hacía, pero sí que fue la más especial. La pandemia afectó bastante al comportamiento normal de la competición, pero sobre todo a la preparación. En un deporte en el que por lo general es poco conocido, ha recorrido medio mundo y siempre ha llevado a su tierra andaluza por bandera.

- ¿Cómo fue su experiencia en los Juegos Olímpicos de Tokio?

- Mi experiencia en los Juegos Olímpicos fue muy bonita, pero a la vez extraña porque han sido los juegos de la pandemia. Evidentemente sin público, sin poder tener a tus familiares y sin haber podido tener una preparación realmente buena ya que estábamos todos preparados para que se hubieran hecho en cuatro años. Al haberla hecho en 5 años ha sido un poco extraño, porque no había competiciones para hacer, ha sido todo el rato entrenamiento. No te podías medir con las otras participantes. Aunque ha sido una experiencia muy buena, porque en mi caso volvía a unos Juegos 17 años después de los de Atenas, que habían sido los últimos. Ha sido muy especial para mí, pero con un sabor agridulce porque no los pude disfrutar como yo quería.

- ¿Cómo fue el estar en la Villa Olímpica?

- Fue bonito pero a la vez raro porque no podíamos movernos libremente por la ciudad, no podíamos hacer otros planes que no fuera el estar en la villa. En mi caso me escaqueé varias veces y pude ir a ver otros deportes. Era muy difícil también porque estaba todo acotado en burbujas, estaba la burbuja de natación, la de atletismo... Aunque hice un par de maniobras y pude ver las finales de natación y alguna que otra prueba más. Pero me hubiera gustado haber ido a otras finales. Pero estaba todo muy complicado, una vez finalizabas tus pruebas te tenías que ir en menos de 48 horas a casa. Fue extraño en ese sentido, pero la villa era una pasada, habían montado una ciudad en miniatura y compartirlo con los mejores deportistas del mundo siempre es una experiencia brutal.

- ¿Qué nos puede contar sobre esa preparación para los Juegos?

- La preparación para los Juegos ha sido sobre la marcha. Ha sido una preparación de incertidumbre total porque entrenar en pandemia y después no saber cuándo ibas a tener la próxima competición, porque no se pudieron hacer competiciones hasta por lo menos 9 meses después de que estuviéramos encerrados. Ha sido un caos. En mi caso tuve la mala suerte de que a 3 meses de que dieran comienzo los Juegos Olímpicos me lesioné, me rompí el pie y tuve que hacer una recuperación exprés que fue un infierno. Al final fui a los Juegos, pude competir pero no a mí cien por cien y fue una pena. No me había lesionado en los últimos 8 años, había estado muy bien y está claro que fue a raíz de esa pandemia, de esa falta de competición y de estrés competitivo. Al final el cuerpo está al límite todo el rato y está acostumbrado a sus pautas normales que llevábamos en los años normales de un ciclo olímpico.

- Su familia es amante de este deporte pero ¿cómo empezó en este mundo del windsurf?

- Empecé porque mis padres y mi hermano ya estaban compitiendo cuando yo nací se dedicaban a ir en autocaravana por toda Europa compitiendo en los campeonatos del mundo, de Europa y de España. Había un gran nivel en Andalucía y nos llevaban a todos los equipos infantiles o alevines. Había muchísimo ambiente de windsurf y me enganchó ese deporte, se me dio bien y poco a poco quise dedicarme a ello. Me metí en el equipo preolímpico con tan solo 14 años y destaqué mucho, se me dio muy bien y con 17 pude tener la clasificación olímpica para ir a Atenas. Ahí me planteé el hecho de que esto se convirtiera en mi profesión.

- ¿Cómo cree que se trabaja desde Andalucía el mundo del deporte y el suyo en particular?

- Creo que Andalucía tiene una plataforma increíble para practicar cualquier deporte que quieras. Tenemos costa, tenemos tradición en muchos deportes y unas instalaciones increíbles. Creo que lo impulsan muy bien y que el deporte base lo tienen muy bien estructurado. Sí que es cierto que hay una especie de vacío de edad cuando llegan a los 18 o 19 años en los que se quedan estacados y no saben si estudiar una carrera, seguir con el deporte o si van a tener ese apoyo. Y creo que en ese momento a lo mejor el tener el respaldo de una fundación o una organización que les guíe y les apoye en ese sentido es fundamental. Creo que ahí tenemos esa carencia. Tenemos lo que es el deporte profesional muy bien estructurado y cubierto, con un montón de ayudas. Yo colaboro con Mentor10, que hago de mentora de muchos niños que están iniciándose en el deporte y les aconsejo, soy como su guía. Yo como no tuve eso, para mí es un lujo pertenecer a esa recámara de mentores que tienen todos los deportes y que podemos ayudarles a todos los niños que quieran dedicarse a ello profesionalmente. Está la base y la élite, entremedio se pierden muchos niños que tienen mucho talento que en realidad están en manos de sus propios entrenadores o de sus clubs, que les vendrían bien que les guiasen y apoyasen para que diesen ese salto a profesionalizarse. No sé de qué forma pero ahí podríamos hacer una especie de organización o de fundación que puedan asesorar a esos niños que están en esa edad de cambio, de escolar a universitario. Esa es la clave para que sigan queriendo formarse en el deporte e insistir en que no se pierdan esos talentos.

- ¿Cómo se trabaja también desde la Fundación Andalucía Olímpica?

- La Fundación Andalucía Olímpica me ha acompañado en muchísimos años, sobre todo cuando me inicié en esto. Para mí ha sido uno de los apoyos fundamentales hasta que llegue a ese nivel profesional. Luego tenido la suerte de pertenecer a las becas ADO y no podía estar dentro de la Fundación Andalucía Olímpica. Pero sé que han hecho un gran trabajo y creo que son unas ayudas muy necesarias para que los deportistas no decaigan y para que al final no les cueste dinero el poder ganar una medalla, en un mundial, europeo o en un campeonato de España y se sientan motivados y respaldados. Tenemos mucha suerte de que tengamos esa fundación, de que funcione tan bien y que la lleven personas del mundo del deporte y que quieren lo mejor para el deporte en Andalucía y para sus deportistas.

- ¿Qué más podría decir que hace que Andalucía sea distinta a otras comunidades de España?

- Creo que el estilo de vida, la forma de ser de los andaluces que al final te hace que disfrutes de la vida, del deporte y del estar fuera de casa desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche. No tenemos ese estilo de vida tan casero y creo que eso hace dedicarle tu tiempo de ocio a lo que más te gusta el mayor número de horas posibles durante el día y eso hace también que se transmita en el deporte. Tenemos muchas horas para entrenar, hay más horas de luz que en otros países o en otras comunidades y el tiempo te incita a estar más tiempo fuera de casa y a hacer deporte. Eso hace también que en cada rinconcito de España se dediquen a un deporte. El deporte andaluz tiene mucho éxito por cómo es España y sobre todo Andalucía.

- ¿Cómo se trabaja el windsurf desde Andalucía?

- El windsurf tuvo una época de oro y se puso muy de moda. había muchísimos niños que salían del Club Náutico de Sevilla, al que pertenezco. Había autobuses llenos que los llevaban directamente al Puerto de Santa María que es donde se encuentra la Federación Andaluza de Vela. Por lo que todas las facilidades la estaba la Federación Andaluza y Puerto Sherry. Ahora es cierto que se está perdiendo un poco, no hay tantas facilidades a la hora de compaginar también los estudios con el deporte base. Sobre todo en nuestro deporte que es tan atípico. También es muy caro sobre todo para niños que despunten y que su familia no pueda permitirse económicamente financiarlos. Una tabla de windsurf puede costarte 5000 euros, entonces no todo el mundo puede tener ese poder adquisitivo y se puede permitir eso. Ahora tenemos pocos y muy buenos y antes teníamos muchos y solo unos muy buenos. Como equipo éramos muy buenos y ahora individualmente estamos despuntando. Es cierto que es una pena porque siempre hay mucho cambio generacional. Marina Alabau y yo fuimos de una generación en la que fuimos campeonas del mundo y olímpicas, pero la generación que viene detrás viene 10 años más atrás. No sé por qué ha pasado así ni qué es lo que habrá cambiado dentro de la Federación española o andaluza, pero sí que es cierto que es muy raro. Ahora hay otra chica que está despuntando y que va a ser de lo mejor a nivel nacional, Pilar Lamadrid, y tiene 10 años menos que nosotras. Ahí ha habido algunas lagunas, pero me alegro de que por lo menos haya niñas que estén despuntando dentro de nuestra comunidad y que sirvan para inspirar a chicas de su generación que tengan ganas de competir.

- ¿Qué crees que se podría mejorar desde la Junta de Andalucía el mundo del windsurf?

- Pienso realmente que debería de haber una especie de comunicación entre gente que entienda realmente del deporte y los clubes. O que hubiese una selección andaluza que pudiese entrenar junta. Yo creo que el problema realmente está en que los niños no se sienten motivados, que pertenezcan a un equipo o que tengan ese pique sano por mejorar. Algo que pasa en otros deportes como el baloncesto o el fútbol, que por tradición están muy bien estructurados. Aunque lo nuestro sea un deporte individual, creo que el entrenar en equipo es fundamental para sentirse parte de algo. Yo sí tuve eso, pero creo que ahora no lo hay. Pienso que a través de la Junta de Andalucía se podría crear una especie de equipo andaluz y que realmente se invirtiese en eso con un entrenador bueno o que pudieran entrenar de manera planificada y organizada. No creo que sea una cuestión económica, creo que es más una cuestión de organización, donde todos los clubes intentan hacerlo pero no terminan de ponerlo en común para que sea beneficioso y productivo. A mí por ejemplo nadie me ha llamado para que entrenase a unos chicos, creo que eso sería fundamental aunque a mí me diera igual. Creo que si yo estuviera dirigiendo eso sería una buena forma de motivar a los niños. Deberían de usar nuestras experiencias para hacer ese equipo que nosotros tuvimos.

- ¿Qué es para usted representar a Andalucía?

- Para mí representar a Andalucía es como representar a mi casa. Creo que cada vez que he salido fuera a competir a Australia, a Tokio o a Miami llevo a Andalucía por bandera, no solo en mi acento, sino en mi manera de vivir. Cada vez que digo que soy de Sevilla alucina y se preguntan cómo puede ser que siendo de Sevilla sea campeona del mundo de windsurf. La respuesta es que tenemos un río maravilloso y que tenemos la costa a una hora y cuarto. Vivo en un sitio privilegiado y cuando sales fuera te das cuenta del cariño que todo el mundo tiene a Andalucía y a España.

- Se habló de una posible retirada tras los Juegos Olímpicos de Tokio, pero finalmente se preparará para París 2024.

- Cuando terminé de Tokio mi intención era retirarme porque ya había terminado un ciclo y quería volver a ser mamá y que esos 5 años del ciclo olímpico me machacaron tanto física como anímicamente. Mi modalidad dejaba de existir y tendría que adaptarme a una modalidad nueva en la que necesitaba unos 11 o 12 kg más de lo que peso ahora. Era un poco complicado. Pero me quedé con la espinita de no haber podido estar con mi familia en los Juegos y lesionada, fue como un sabor amargo. Decidí intentarlo y decidí subirme a la nueva tabla iQFOIL, me he ido adaptando y me veo bien. Pero es cierto que no consigo recuperarme del todo de mi lesión. Para poder competir en Tokio me machacaron y me infiltraron muchísimo, el tendón del dedo gordo del pie lo tengo apenas sin sensibilidad alguna y me ha causado muchos otros daños como una tendinitis. Es cierto que estoy un poco harta y he dejado a un lado la preparación para los Juegos para recuperarme del pie al cien por cien. Porque no es solo es para hacer deporte, sino que en mi día a día no me quiero quedar coja con 35 años que tengo. Si sigo dándole caña al pie voy en el camino de no poder recuperar su función del todo. Tengo también que priorizar mi vida y por ahora estoy recuperándome de mi lesión en el pie. Si todo va bien y sigo teniendo motivación y esperanzas pues me seguiré preparando para París 2024, pero mi prioridad es recuperarme de mi lesión.

- En el caso de ir a París sería la primera española en competir en tres modalidades distintas de vela en unos Juegos Olímpicos.

- Esto era una de las motivaciones, era algo que me ilusionaba y me pareció un buen reto y una buena forma de estar motivada. Pero al final las cosas no se pueden predecir para que todo vaya bien. Todo es una paliza y las lesiones mandan y deciden un poco. Son la pesadilla que tenemos todos los deportistas y voy a tener que elegir. A priori mi intención es recuperarme. Si me da tiempo y me dan el alta y veo que el pie va a aguantar pues pensaría en París. Pero por ahora mi prioridad es no quedarme coja.