Blanca Manchón: “Compartir la Villa Olímpica con los mejores deportistas fue brutal”

La deportista sevillana analiza su experiencia y su estancia en la Villa Olímpica y en los Juegos de Tokio 2021

Luisma SánchezLuisma Sánchez 3 min lectura

La historia de Blanca Manchón es una de esas que pasan desapercibidas pero que muchas personas merecen conocer. En Tokio se vio reflejado su ímpetu y su predisposición por el amor hacia un deporte con el que no todo el mundo está familiarizado. Blanca se quedó a las puertas de disputar la final para poder luchar por la medalla, sin embargo, ella sigue sacando su valor positivo de los Juegos Olímpicos.

“Mi experiencia en los Juegos Olímpicos fue muy bonita, pero a la vez extraña porque han sido los juegos de la pandemia. Evidentemente sin público, sin poder tener a tus familiares y sin haber podido tener una preparación realmente buena ya que estábamos todos preparados para que se hubieran hecho en cuatro años”, decía la windsurfista.

Y es que Blanca llegaba a los Juegos de una manera particular, ya que lo hacía arrastrando una lesión en el pie. A pocos meses de comenzar la competición y después de haber tenido que trabajar desde casa por culpa de la pandemia, que todos los deportistas han sufrido. “No había competiciones para hacer, ha sido todo el rato entrenamiento. No te podías medir con las otras participantes”, señalaba Blanca.

Tokio no fue su primera experiencia en los Juegos Olímpicos, ya en Atenas 2004 se clasificó con apenas 17 años. En Tokio tuvo peores resultados que en la capital de Grecia, pero hay que entender las circunstancias. A pesar de eso, Manchón sigue siendo positiva con la experiencia en el país nipón: “Ha sido muy especial para mí, pero con un sabor agridulce porque no los pude disfrutar como yo quería”.

Todo el mundo quiere saber cómo se encuentran los deportistas durante su estancia en unos Juegos. El estar en la Villa Olímpica es una de las cosas de las que pocos pueden presumir. Sin embargo, en estos últimos Juegos ha sido todo muy distinto. “Fue bonito pero a la vez raro porque no podíamos movernos libremente por la ciudad, no podíamos hacer otros planes que no fuera el estar en la villa. En mi caso me escaqueé varias veces y pude ir a ver otros deportes”, añadía la deportista sevillana.

A pesar de esas circunstancias, Blanca pudo disfrutar todo lo que pudo de la experiencia y el gusanillo de los Juegos Olímpicos. “Fue extraño en ese sentido, pero la villa era una pasada, habían montado una ciudad en miniatura y compartirlo con los mejores deportistas del mundo siempre es una experiencia brutal”, describía.