La temporada de Nairo Quintana, y por ende, su carrera, pueden sufrir un duro golpe si la actual amenaza se convierte realmente en hechos. ¿De qué hablamos? De la duda que asoma sobre el colombiano del equipo Movistar después de que su médico allá por el año 2020, Fredy Alexander Gonzales Torres, haya sido condenado a seis meses de prisión exentos de cumplimiento y 15.000 euros de multa por haber intentado dopar tanto a Nairo como a su hermano Dayer en el Tour de 2020.
Pese a que el caso se ha llevado por delante solo al mencionado galeno, cabe recordar que cuando el 21 de septiembre de 2020 los gendarmes registraron las habitaciones de los hoteles que ocuparon los ciclistas colombianos cerca de la estación alpina de Méribel también se interrogó a Nairo. Entonces no se fue más allá, pero ahora, con una sentencia en firme, el caso puede tener consecuencias negativas para los hermanos Quintana, ya que la Unión Ciclista Internacional (UCI) tiene la posibilidad de abrir una investigación e imponer sanciones a los corredores colombianos.
Si la UCI opta por ese camino lo hará apoyada en todo lo expuesto por la Fiscalía, la cual asegura que Gonzales Torres tenía material para dopar, ya que en el mencionado registro se hallaron multitud de jeringuillas y una cantidad importante de suero fisiológico, además de un pañuelo con sangre que una prueba de ADN mostró que pertenecía a Nairo Quintana.
Es ese rastro de sangre el que apuntó al ahora ciclista del Movistar Team, ya que en la exhaustiva búsqueda de los investigadores se encontraron 100 mililitros de suero fisiológico, producto que puede ser utilizado para reducir la tasa de hematocrito en la sangre y enmascarar así una posible transfusión sanguínea.
Lo cierto es que el control a los hermanos Quintana ha sido más que intenso. La Fiscalía de Marsella abrió una investigación que ha durado tres años, durante la cual ha efectuado numerosos interrogatorios y registros, pese a que ni Quintana ni su hermano dieron positivo en ninguno de los controles a los que fueron sometidos. De hecho, la Agencia Francesa de Lucha contra del Dopaje, responsable de los controles durante el Tour, no estaba al corriente en su momento de esa operación ordenada por la Fiscalía de Marsella.
El ciclista de Boyacá, de 35 años, subió tres veces al podio del Tour, fue segundo en 2013 y 2015 y tercero en 2016, además de haber ganado el Giro de Italia de 2014 y la Vuelta a España de 2016. En su última participación en el Tour, en 2022, acabó sexto, pero fue descalificado dos semanas más tarde por haber dado positivo por tramadol, un producto prohibido por la UCI aunque no dopante, por lo que no fue sancionado.