Ryan Kelly salió al rescate del
Real Betis en
Gran Canaria, metiéndolo de lleno en la pelea por la salvación, un objetivo que parecía una auténtica quimera allá por comienzos de diciembre, cuando acumulaba un desalentador 0-10. El de Nueva York, con un triple de mago a falta de 15'' para el final, introdujo al equipo en una dinámica impensable hace unas semanas, con tres victorias consecutivas, ofreciendo argumentos serios para creer en la
permanencia.
Así, el triunfo bético en la isla y la victoria del San Pablo Burgos en el Olimpic de Badalona han colocado la zona baja de la tabla al rojo vivo. A falta de que sevillanos y burgaleses se vean las caras (jornada 16), a estas alturas ambos se encuentran con tres victorias, y solo un éxito les separa de la
salvación.
Con cuatro alegrías están
Gipuzkoa,
Joventut,
Zaragoza y
Bilbao. Afortunadamente para el Betis, los tres últimos pincharon este fin de semana, apretando aún más la batalla por la supervivencia en la máxima categoría del básquet nacional. Los maños, que el día 30 visitarán San Pablo, cayeron ante el UCAM Murcia, mientras que los bilbaínos, sucumbieron en Andorra. De la terna de equipos que están con el alma en vilo, cabe reseñar que tanto Gipuzkoa como la 'Penya' tienen un partido menos.
No obstante, el
Betis no puede conformarse con el aliento que le han dado los resultados de rivales directos por la salvación, sino centrarse en culminar, con la misma inspiración de los últimos duelos, la primera vuelta, donde además del Zaragoza y el Burgos, le esperan Barcelona y Baskonia. El calendario le ofrece la oportunidad de maquillar, y bien, el nefasto inicio de temporada, teniendo opciones de abandonar el farolillo rojo.
Las claves del optimismo verdiblanco han sido el trabajo colectivo y la capacidad para competir, dos armas vetadas hasta la fecha. Además, al consabido paso adelante de Kelly y Blake Schilb se han sumado hombres como Vladimir
Golubovic, que aceleró en ataque en Gran Canaria, abandonando la espesura de otros choques.
La situación aún no es para lanzar las campanas al vuelo, ni mucho menos, pero parece que el derrotismo y la frustración han pasado a un segundo plano, y de ello también dieron buena cuenta cuenta
Josep Franch y
Mikel Úriz, que dirigieron con entusiasmo y alegría el juego hispalense, sin añorar a
Dontaye Draper y
Donnie McGrath, bajas ante el 'Granca'. ¡Que no pare la progresión!