El conformismo es uno de los peores defectos del ser humano. Y trasladado al ámbito deportivo la coartada perfecta para justificar actuaciones y situaciones. Digo esto porque hoy, en cualquier conversación referente al Athletic-Betis, se dirá que el equipo verdiblanco dio la cara, que perdió por la mínima en un campo difícil y ante un rival que sumó su cuarta victoria consecutiva, que el penalti de Mandi no era... Argumentos, todos, que no faltan a la verdad, pero igual de conformistas.
Con un promedio de 1,08 puntos por encuentro disputado, creo, no puede estar satisfecho ningún estamento bético. Queda mucho trabajo por delante en una plantilla que, a día de hoy, se cuentan con los dedos de una mano los jugadores desequilibrantes. Y en cuanto al banquillo, el análisis no puede estar sujeto al rendimiento de un tramo final con la salvación en el bolsillo y sin nada en juego. El balance es más amplio.