Contra el
FC Barcelona y con
la vuelta en el Camp Nou. Desde luego, no puede decirse que el
Sevilla FC haya tenido suerte en el sorteo de las semfinales de la
Copa del Rey, en la que también estaban las bolas del
Athletic Club y el
Levante UD, a quien los otros tres querían.
La
primera conclusión es que, de haber pasado el
Real Betis, tampoco hubiésemos vivido un
derbi en semifinales y que los verdiblancos
habrían gozado de bastantes opciones de meterse en la final, al medirse a los granotas. Y la segunda, al hilo de la anterior, que
para tener chiripa en un sorteo hay que formar parte del mismo. Y el Sevilla FC suele estar en casi todos, por lo que siempre tiene suerte:
a veces buena y a veces mala.
En Nervión han ganado, por ejemplo, una de sus
Europa League al
Middlesbrough y otra al
Inter de Milán, dejando antes por el camino al
Manchester United o la
AS Roma. Cuando ganas por norma, cuando levantas tantos trofeos,
no se puede hablar de flor. La buena suerte es eventual y mucho más
aislada si no se busca o si no te pilla trabajando. Si no se hacen las cosas bien, en definitiva. Quizá, por eso no tuvieron fortuna los blanquirrojos en Praga, en aquel lamentable partido del equipo de Pablo Machín ante el Slavia y después de la cual en la entidad decidieron ponerse manos a la obra para cambiar su suerte.
No hay ningún equipo, ningún jugador y ningún entrenador que tenga siempre chamba. Si no, que se lo pregunten a
Unai Emery, presuntamente buenaventurado en el Sevilla y fuera de esta Copa por un gol de
Roger Martí en el 120', cuando el Villarreal había tirado 500 veces a puerta.
Seguramente, el Betis tendrá más suerte si sigue haciendo las cosas como hasta ahora, de la mano de
Manuel Pellegrini. Estuvo a segundos de pasar ante un buen
Athletic Club que hace nada superó a
Real Madrid y
FC Barcelona, pero ni es mala suerte que el chileno
quitara a Fekir y Borja precipitadamente, ni es mala suerte que su
defensa se mostrara tan blanda ante Iñigo y Raú García, ni es mala suerte que
Joel haya parado un penalti de 20 como verdiblanco, ni es mala suerte que
el árbitro perdonase la expulsión a Yeray, porque éste llevaba un escudo en el pecho que suele infundir respeto, por lo que sea, en los que mandan.
Y, seguramente, el Sevilla no haya tenido suerte en este sorteo, como tampoco lo ha tenido
el Barça, que es favorito para la eliminatoria, pero no mucho. Parece complicado siendo a doble partido, además, que la suerte vaya a decidir quién luchará de los dos con Athletic o Levante por levantar el trofeo, pero lo que es seguro es que tendrá más fortuna en la doble cita quien mejor haga las cosas.
Teniendo a Messi, lo normal es que la flor sea de color azulgrana, desde luego, aunque
por Nervión llevan mucho sembrando para no dejar de recoger cosas.