El análisis del Sevilla-Getafe

Y el mago sacó su chistera

Carlos PérezCarlos Pérez
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Y el mago sacó su chistera
Óliver felicita a Navas y Ocampos; los tres crearon la jugada del segundo gol. - Carlos Pérez
Lopetegui construyó un Sevilla FC fuerte y rocoso en un tiempo récord, pese a que la plantilla era prácticamente nueva, pero da la sensación de que su equipo ha evolucionado poco desde que comenzó LaLiga, que sigue sin pulir sus defectos. Y no es cuestión, como simplifican muchos, de tener mejores delanteros, que son mejorables, obviamente, sino de no ser tan plano atacando: de tratar mejor el balón, de transitar más rápido para aprovechar los espacios que deja el rival tras la pérdida, de no querer llegar al área rival una y otra vez de la misma manera...



Con su idea inicial, apenas puso nunca de gol a Chicharito. No ocurrió contra un Levante UD muy frágil, especialmente fuera de casa, y era de esperar que tampoco sucediese ante un pétreo Getafe CF. Sobre todo, porque al técnico vasco tampoco le dio por agitar el árbol, a ver si caía algo. Obviamente, David Soria (mala venta) tuvo que intervenir, pero más por empuje, que de eso este Sevilla tiene mucho, que por claridad en los ataques elaborados.



Hasta que salió Óliver Torres, claro. El extremeño no da dos pases iguales y eso fue indescifrable para un Getafe que, para más inri, sumó una lesión (la de Nyom) a sus muchas lesiones en defensa, y que se fue descentrando ante el repertorio de asistencias que iba sacando el de Navalmoral de la Mata, el mago del balón, de su chistera. Con su primer gran pase, dejó solo al mexicano, que pudo desquitarse de su error anterior; con el segundo, permitió que Navas percutiera y que Ocampos sentenciara. El ex del FC Porto puso la diferencia.