Los 10 pecados de Arias

Carlos PérezCarlos Pérez
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Los 10 pecados de Arias
- Carlos Pérez (@carlosperezED)
Seguramente, haya servido como cabeza de turco, en un momento en el que la crítica viró hacia el presidente, pero la realidad es que salida de Óscar Arias de un Sevilla que podría quedarse fuera de Europa con el mayor presupuesto de su historia, estaba cantada. Pese a que lo recomendó el propio Monchi, en el club, dentro y fuera, nunca existió la certeza de que iba a realizar una gran labor al frente de la dirección deportiva. Y es posible que la presión haya influido negativamente sobre su trabajo, pero, al final, son los hechos los que han terminado por poner fin a su corta etapa en un complicado cargo en el que muy pocos reinan. 

Estos son los principales 'pecados' de Arias como principal responsable deportivo:

1. Eduardo Berizzo. El onubense pensó en el 'Toto' tras criticar públicamente el estilo conservador de Unai Emery y al entender que era la mejor forma de darle continuidad al fútbol protagonista de Jorge Sampaoli. Sin embargo, la filosofía de Berizzo poco tenía que ver con la de su antecesor y Arias, pese a concederle algunos deseos, como los de Pizarro o Nolito, no le buscó jugadores de ida y vuelta para su centro del campo, algo determinante en su esquema. Después, tampoco Berizzo supo adaptarse a las características del plantel y acabó destituido.

2. Vincenzo Montella. El director deportivo decidió gastar la bala del banquillo justo antes del parón invernal y, pese a que por momentos pareció haber acertado, la perspectiva ha demostrado que su segunda opción tampoco ha dado el fruto esperado. Sólo el asunto económico ha impedido que italiano, incapaz de idear una sola alternativa a su único plan, no siga aún sentado en el banquillo.

3. Sus grandes apuestas. Casi 35 millones de euros invertidos en Luis Muriel (el mayor traspaso de la historia del club), Simon Kjaer (el defensa más caro) y Guilherme Arana. El colombiano, en parte por la presión, en parte porque Berizzo no le hallaba hueco, tardó mucho en adaptarse y, cuando lo hizo, demostró no tener gol. El danés, por culpa de las lesiones, apenas ha podido jugar, mientras que el brasileño llegó seis meses tarde y se trataba más de una oportunidad que de una necesidad real. El tiempo dirá si también saldrá caro o no.

4. La defensa. Aun siendo evidente que el físico de Daniel Carriço y Nico Pareja invitaban a traer al menos un central más, el director deportivo nervionense prefirió fichar sólo a Kjaer. Con sólo dos futbolistas sanos en esa zona casi toda la temporada, no extraña que este Sevilla sea el tercero más goleado de su historia. Para el próximo verano, ya sin Arias en el cargo, la reforma está asegurada. Por otra parte, Arias no supo resolver el no fichaje de Amavi -al que ya quería Monchi-, acabando su error de cálculo con Lionel Carole durante seis meses en la grada.

5. La delantera. No se trata sólo de haber gastado una millonada en un futbolista aún por romper -si rompe- y con poco gol, sino de dejar de fichar a un tercer delantero con unas características distintas a las de Luis Muriel y Ben Yedder. Ni a finales de agosto ni en enero, cuando llegó Sandro Ramírez, Arias pudo hacerse con un atacante con capacidad para rematar centros laterales ni al que jugarle directo, algo que siempre ha explotado en sus distintos equipos Montella.

6. El mercado de enero. Nadie discute el talento de futbolistas como Roque Mesa y Sandro Ramírez, siendo Miguel Layún un 'parche' bastante digno que ha ofrecido muchas soluciones a Montella. Sin embargo, el onubense no logró cerrar la incorporación de las 'opciones A' (Michy Batshuayi o Daniel Sturridge) ni darle a su entrenador lo que éste requería. Al menos, vistos los minutos que les ha dado hasta el momento, eso se deduce. Sea como sea, los fichajes invernales apenas han aportado.

7. No saber gobernar el vestuario ni las crisis. El enfrentamiento entre Berizzo y Nzonzi sólo tuvo fin cuando el argentino fue destituido, al francés se le ha abierto expediente por su salida nocturna tras la Copa, varios jugadores han tenido peleas con aficionados por las redes sociales, Ganso -quien cuesta una auténtica fortuna a la entidad- ha estado varios meses apartado por Montella sin motivo aparente... Y la cuestión es: ¿para qué pidió la incorporación de Javi Guerrero?

8. El filial. Aun siendo evidente, por los precedentes, que la permanencia de un equipo filial en la Segunda división española es harto complicada, queda la sensación, patente ya desde el pasado verano, de que Arias ha tenido casi abandonado al segundo equipo, hundido en la tabla desde hace meses. Ni se ha atrevido a reemplazar a Luis García Tevenet, ni a realizar un esfuerzo en el mercado invernal para tratar de salvarlo. El recambio de Ivi, por cierto, nunca llegó a aparecer.

9. Falta de empatía. Sin exigírsele el don de gentes que adquirió Monchi, es cierto que a Arias se le ha achacado una alarmante falta de 'feeling' con todos los estamentos que rodean al club. Él mismo cree que este aspecto ha podido ir en su contra, tratando, sin conseguirlo, de salvarlo durante las últimas semanas. El de San Fernando, a quien también afectaban especialmente las críticas, aprendió a lidiar con los agentes, los empleados, la afición o la prensa, lo que le permitió generarse un clima de trabajo muchísimo menos tenso que el que ha soportado su primer sucesor en el cargo.

10. No reconocer los errores. Quizá los evitó de puertas hacia fuera para no mostrar debilidad, si bien lo más grave es que Arias, hasta el último momento, ha creído que la temporada está siendo buena y que no ha tenido lagunas en su labor. Todo, absolutamente todo, lo ha justificado, apuntando a que la crispación es más fruto de la contaminación de las redes sociales que de una percepción objetiva de la realidad. Su última defensa fue sobre un Montella ("No hay motivos para pensar que no vaya a seguir la próxima temporada") a quien Castro no ha echado sólo porque en estos momentos costaría una barbaridad.