El que se haya casado recientemente sabrá, porque los organizadores de bodas no se cansan de decirlo, que las ceremonias escasean en los últimos años, sobre todo por la Iglesia. Crisis de fe, efectos de la pandemia (muchas parejas se negaron a prescindir de invitados o correr riesgos con las limitaciones de aforo y restricciones de Sanidad) o la alta inversión necesaria en tiempos difíciles en lo económico pueden ser algunas de las causas. Quizás por ello, las exigencias innegociables de salones de celebración, empresas de catering y hasta sacerdotes se han relajado un poco. Más complicado resulta lo último, porque se trata de una institución anclada en el pasado en muchos aspectos y reacia por lo general a las innovaciones.
Llama la atención, en este sentido, que las celebraciones religiosas den cabida a elementos más profanos, alejados de la tradición, propios cada vez más en los festejos civiles. Sin embargo, puestos a modernizarse, nada más hermosa que la adaptación realizada en un enlace que tuvo lugar hace unos días y cuyo protagonista, el novio, quiso tener a su otra gran pasión, el Real Betis, presente en el día más feliz. Por eso, eligió como sintonía para su entrada a la parroquia, del brazo de la madrina, una versión dulce y elegante del himno del Centenario de la entidad heliopolitana, obra del desaparecido Rafa Serna. La música del 'Olé, olé, Betis, Olé' interpretada por la guitarra flamenca de Fernando Larios (@FernandoLarioss), responsable de los espectáculos 'Esencia Flamenca' y 'Esencia de Pasión', y el acompañamiento femenino de dos violines.
Varios de los presentes compartieron el vídeo del momento, que se ha convertido en viral y acumula elogios en el beticismo. Unos días más tarde, el ya marido, Fran Gato, subía otro vídeo explicando que, "en un día tan especial, no podóa faltar el himno del Real Betis" en su entrada a la iglesias, añadiendo: "Es un sentimiento que sólo los béticos sabemos". Sin lugar a dudas, este trabajador hortofrutícola de Puerto Serrano (Cádiz) no pudo elegir mejor encaje de su amor por los colores verdiblancos en un día que marcará su vida sin lugar a dudas. Entre los que le felicitaban, todos prácticamente (aunque hubo quien sugirió que, aunque también es bético, no hay mejor himno de entrada a una boda que la marcha imperial de 'Star Wars'), hubo uno que reconoce haber proyectado durante la barra libre de su enlace, que se celebró el 23 de abril, la final de la Copa del Rey.