Una de las
encomiendas principales que tiene en esta ventana estival
Antonio Cordón es conseguir que el equipo sea más desequilibrante por fuera. Y no porque a
Manuel Pellegrini se le haya pasado por la cabeza reducir los despliegues hasta línea de fondo de sus laterales, una de las claves del éxito verdiblanco en las dos últimas temporadas, sino por el convencimiento de que habrá encuentros en los que sean necesarios otros argumentos. Hasta la fecha, el esquema preferido por el chileno es
simétrico en lo que a su línea de tres por delante del doble pivote se refiere. Así, con
Fekir teóricamente por el centro, aunque con total libertad para moverse en todo el frente de ataque, el 'Ingeniero' acostaba en la izquierda preferentemente a un diestro como
Juanmi y, en la derecha, a un zurdo como
Canales. La idea era que los costados quedasen expeditos para
Álex Moreno, Miranda, Sabaly y Bellerín.
Los extremos puros, sacando de la nómina a un
Joaquín que terminó siendo más un recambio para Nabil,
Tello y Lainez, tenían un papel residual, generalmente para los finales de partido, aunque gozaron de alguna titularidad puntual, a menudo ante oponentes muy
replegados o, al contrario, para buscar sorprender a la espalda del lateral de turno si éste acostumbraba a proyectarse mucho, mientras que
Aitor Ruibal vale para un roto y un descosido, apagando fuegos hasta detrás y actuando indiferentemente en ambos perfiles. Pero, habitualmente, el
Real Betis no atacaba por fuera con sus centrocampistas, más duchos en la diagonal y la asociación por dentro, llegando mucho al área contraria sorprendiendo desde atrás. Y así seguirá siendo muchas veces, pero, ante la
exigente campaña que se avecina, con cuatro competiciones en el horizonte, los técnicos han consensuado que la escuadra heliopolitana tendrá que ser frecuentemente
más directa y vertical.
La contratación de
Luiz Henrique es un paso más en este sentido. El brasileño tiene un regate y un cambio de ritmo que hace estragos. Es cierto que se trata de un zurdo que arranca desde la derecha, pero no sólo percute por dentro, sino que también recorta y se marcha pegado a la cal. Sería un recambio para Lainez, al que se le busca una cesión en
Primera para que termine de pillar el truco a
LaLiga, no sin antes renovar un contrato que expira en
2024. Pero, con Tello afrontando los últimos días de su vinculación con los hispalenses, se peina el mercado en busca de un futbolista de similares características al todavía atacante del
Fluminense, aunque acostumbrado a actuar en la banda izquierda. Y, a ser posible, de su mismo perfil: joven, con calidad, no demasiado caro y, por ende, con posibilidades de revalorización futura, con el fin de seguir con la filosofía de
comprar barato y vender caro para crecer.
Morales y Mata han estado sobre la mesa. Veteranos aunque todavía con mucho fútbol que ofrecer, gustaban en La Palmera por su
carácter, su
experiencia, su
calidad y, por qué no decirlo, por su condición de
agentes libres. La asignación de nombres desde los mentideros futbolísticos es ingente, especialmente en estas fechas. Y ESTADIO Deportivo está en condiciones de desvelar que uno que gusta sobremanera a Cordón es
Gonzalo Plata, que se ha salido literalmente en la 20/21 con el
Valladolid. De hecho, los pucelanos cuentan con una
opción de compra de 10 millones de euros que están tratando de renegociar con el
Sporting Clube, con los lusos dubitativos por la cercanía del fin del contrato (
2023). Si no logran atarlo por más tiempo, tienen que venderlo este verano para que no se comprometa con quien quiera gratis a partir de las próximas Navidades.
Clubes potentes de la
Premier y alguno más de España están pendientes del ecuatoriano, que ha marcado
seis goles y brindado
cinco asistencias en 31 partidos con el cuadro albivioleta. A sus
21 años, reclutado por apenas 1,1 millones de euros en 2019 del
Independiente del Valle, es claramente un futbolista al alza que ya se ha hecho a una categoría complicada como la
Segunda división española, El 'problema', por decirlo así, es que se pisa un poco con Luiz Henrique. Es también un zurdo que se desenvuelve mejor en la derecha. Con Mata y Morales no había ese problema, porque son prácticamente ambidextros, aparte de que el ovetense (burgalés de cuna, pero criado en el Principado) se adapta perfectamente al centro. Ninguno de los jóvenes suramericanos ha practicado mucho en su costado natural, aunque los técnicos del Betis entienden que ése sería un
hándicap menor que superar.
Con Canales tampoco habría grandes apuros. A
Pellegrini le encanta como acompañante de un pivote más sólido y posicional como
Guido Rodríguez. Lo coloca de interior derecho por darle un nombre a su posición inicial, pero el cántabro es ubicuo y versátil por naturaleza. Será
capital en el equipo de la 22/23 sea cual sea la demarcación que se le asigne. El caso es que se ha decidido que hay que buscar
extremos puros para aumentar el número de encuentros con esa configuración de partida. Y Gonzalo Plata es muy interesante. Si el Valladolid no se decide a la inversión que requiere la operación, dependiendo también cómo evolucione el mercado, el Betis se plantearía utilizar sus excelentes relaciones con el Sporting, que ya ha sondeado el posible retorno de
William Carvalho, para buscar un acuerdo no demasiado oneroso que satisfaga a corto, medio y largo plazo a todas las partes. Porque el extremo, internacional absoluto ya con Ecuador en
26 ocasiones pese a su corta edad (con
cinco goles en su haber), querría seguir en España.