“Personalmente, no me gusta poner notas a las temporada, ni tampoco a mí, pero creo que ha sido sobresaliente. Logramos imponer el compromiso de estos jugadores con un proyecto y un estilo sólidos del plantel. Marcamos 100 goles, más que el año anterior; mejoramos la puntuación y la situación con una quinta plaza; conseguimos el título de la Copa del Rey; nos eliminó de la Europa League el campeón en el minuto 120; peleamos hasta la penúltima jornada por la Champions... Hay que agradecerles la entrega, porque jugaron todos al haber muchas rotaciones, pero la unión que se ha dado con la hinchada es un factor muy bueno de cara al futuro. Hay maneras y maneras de conseguir los objetivos, y lo hicimos jugando muy bien al fútbol", resumía en sala de prensa un Manuel Pellegrini satisfecho y "orgulloso", aunque especialmente reivindicativo.
“Debemos tener ahora un buen descanso todos. Estas vacaciones son compartidas y necesarias. Ya veremos los planes de futuro. En los próximos días vamos a ver la ambición para ver qué logros se pueden conseguir. Creo que debemos corresponder a lo que nos pide el hincha del Betis; tenemos que dar un paso adelante”, esgrimía el chileno, que recordó a aquellas históricas palabras de Lorenzo Serra Ferrer tras ganar en 2005 la Copa del Rey en el Vicente Calderón ante Osasuna: "El Betis será lo que Lopera quiera que sea". Sin tanto personalismo, el actual entrenador verdiblanco está claro que no se conforma con la quinta plaza y volver a la UEL, amén de jugar la Supercopa de España y tener un título en el bolsillo 17 años después.
“Lo de las bajas deben decidirlo los directivos. Son sólo especulaciones, así como los que puedan llegar. Pensaremos desde mañana, según nuestra realidad presupuestaria, en qué plantilla podemos permitirnos y los objetivos por los que pelear”, zanjaba Pellegrini, más comedido en su despedida ante los medios de comunicación en un Santiago Bernabéu que volvió a presenciar a un Betis compacto, fiable y sólido.
Villa Gómez3 min lectura